Reproducción de la declaración de JamesMahoney ante el Tribunal de Bancarrotas de Estados Unidos.
Reproducción de la declaración de JamesMahoney ante el Tribunal de Bancarrotas de Estados Unidos.

Terramar presta para forzar la quiebra de empresas, quedarse con los activos, que despieza para sacar grandes beneficios”. Con esa crudeza se expresa James Mahoney, ex CEO de Fansteel, quien en 2016 evitó la quiebra de esa compañía al declararse en concurso y denunciar las prácticas de Terramar Capital –que se ha ofrecido a rescatar a Abengoa– ante un tribunal mercantil de Iowa.

En septiembre de 2016, Mahoney prestó declaración ante el Tribunal de Bancarrotas de Estados Unidos en el Distrito Sur de Iowa, para acogerse al Capítulo 11 –el concurso de la legislación mercantil en ese país– y protegerse así de la quiebra a a la que instaba Terramar Capital, que había comprado una deuda bancaria tras no aceptar Fansteel, una empresa del sector aeronáutico, las condiciones de usura del préstamo que previamente le había ofrecido.

En la declaración, a la que ha tenido acceso este periódico, el empresario relata como fue presionado por Terramar, que había firmado una due diligence confidencial para ofrecer un préstamo. Terramar, seguidamente, compró la deuda que Fansteel tenía con el Fifth Third Bank, y ofreció un plan consistente en hacer una oferta de crédito, acceso a la contabilidad y control sobre la actividad productiva, y presentar una quiebra que eliminara a otros acreedores.

“Recibí una llamada telefónica de Joshua Philips, socio gerente de Terramar”, declaró ante le tribunal Mahoney, que añadió: “Durante la llamada, el señor Philips describió una secuencia de eventos en los que deseaba que Fansteel aceptara un acuerdo de indulgencia de dos semanas con el nuevo propietario del pagaré”. Según su plan, ese período de dos semanas se usaría para contratar tanto a un abogado de quiebras como a un nuevo director de reestructuraciones para preparar la entrada en bancarrota en Delaware con la intención de “solicitar una subasta rápida de conformidad con la Sección 363 del Código de Quiebras”.

La junta directiva de Fansteel no estaba de acuerdo con este plan, por lo que decidió mantener sus planes de reestructuración previos y acogerse al capítulo 11 para protegerse de Terramar.

Accionistas de Abengoa, que temen que ocurra algo similar en la filial operativa de la multinacional andaluza, Abenewco 1, contactaron ayer con Mahoney, quien les confirmó, en una conversación a la que ha tenido acceso este diario, que “Joshua Phillips se presentó ante Fansteel para supuestamente ayudar a financiar la empresa, pero ofreció unas condiciones abusivas que hubieran desembocado con total seguridad en impagos”.

Tras analizar esa oferta, esas condiciones no fueron aceptadas y “finalmente Terramar se hizo con la deuda y actuó como acreedor presionando a la empresa para llevarla a la insolvencia y así poder quedarse los activos de forma mas barata”. En su caso hicieron además un NDA (Non disclosure agreement) para que la matriz no pudiera hacer nada ante la perdida de los activos en caso de concurso o insolvencia.

“Terramar no tiene dinero”, sostiene Mahoney: “Su modelo de negocio es financiarse a través de otros y hacer un loan to own [prestar para apropiarse], de esta forma presta en condiciones que llevan a la empresa a la insolvencia y luego así poder romperla y vender los activos por separado”. En el caso de Fansteel, Trive Capital fue la que financió a Terramar, según confirmó Mahoney, que hizo notar que Joshua Phillips fue compañero del jefe de Trive, en Harvard y de ahí viene su conexión.

El negocio de Trive es poner dinero para multiplicarlo al desguazar empresas. “Se aprovecha de las situaciones de insolvencia, se queda con los activos por separado y los revende maximizando el beneficio”, afirmó Mahoney.

Fuentes internas de Abengoa confirmaron a este diario que las condiciones del préstamo de Terramar a Abenewco 1, que no se desvelaron en la información privilegiada que se remitió la semana pasada a la CNMV, en dos tramos de 35 millones y 115 millones, respectivamente, tienen intereses muy altos, que rondarían el 12%.

Las revelaciones de Mahoney confirmarían los peores temores de la sindicatura de accionistas de Abengoa, Abengoshares, que rechazan este rescate porque significará el despiece y la liquidación del grupo sevillano.

Abengoa dice que lidera un grupo inversor y no es un fondo

Los comités de empresa del grupo Abengoa se reunieron ayer con el presidente, Juan Pablo López Bravo y la dirección, que presentó el nuevo plan de reestructuración. El comité de empresa expresó sus dudas sobre Terramar Capital. Al respecto, los administradores de Abenewco 1, señalaron a los representantes de la plantilla evitaron referirse a éste como un fondo de inversión y señalaron que “es un grupo de inversores liderado por Terramar”, tal como han redactado y publicado ante la CNMV. En la reunión, los ejecutivos de Abengoa reiteraron que el rescate “es un plan a 7 años para la refinanciación de Abenewco 1”. Dicho plan ya ha sido presentado a la SEPI, según confirmaron a los comités, así como que es esa entidad pública “la que tiene que dar su consentimiento para que el plan salga adelante”. Esta información fue trasladada por los representantes laborales a los empleados y a este diario. En esa comunicación, los comités de empresa también señalan que tratarán de tener también una reunión con el Ministerio de Industria “para poder transmitir nuestras inquietudes y reivindicaciones en defensa de un compromiso por el mantenimiento de nuestros puestos de trabajo”. En la reunión, la empresa también puso en duda que pueda abonar la nómina de marzo en la fecha prevista.

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