El A400M ya es centenario
La joya de la corona de la aeronáutica andaluza
La FAL de San Pablo en Sevilla recibe las primeras aeroestructuras que integrarán el avión 100.
Airbus Defence and Space ya ha entregado 12 unidades en lo que va de año.
Sevilla/El A400M es el símbolo del esfuerzo de los países por olvidar las diferencias. El resultado de centrarse en lo que les permite hacer la suma de sus fuerzas. No es de extrañar que en la sevillana FAL de San Pablo celebraran el pasado 2 de septiembre la llegada de unas alas fabricadas en la lejana Filton, a poca distancia del río Severn, el más largo de Gran Bretaña, que separa a Inglaterra de Gales.
Cada vez que un Beluga aterriza en San Pablo con una de las aeroestructuras que componen el A400M es motivo de satisfacción. Pero esas alas de Filton fueron especiales. Suponían la primera pieza del A400M que se convertirá en el número 100 del programa.
En los próximos días también llegará a la FAL desde la cercana planta de Tablada el estabilizador horizontal (HTP) del Manufacturer Serial Number (MSN) 100. Un centenario que demuestra como el avión militar que se ensambla en Sevilla sigue cosechando éxitos a pesar de las turbulencias que ha encontrado por el camino.
Un momento ideal para hacer balance de un proyecto que reforzó la posición de Andalucía como referente del sector aeronáutico mundial y del que aún no se vislumbra un heredero.
Hasta la fecha, Airbus Defence and Space ha entregado 69 A400M a cinco clientes pertenecientes a la Organización Conjunta de Cooperación en Materia de Armamento (OCCAR) que firmaron el acuerdo inicial que permitió desarrollar el avión: Alemania (22), Reino Unido (20), Francia (14), Turquía (6) y España (3). Además, Malasia ya dispone de cuatro aeronaves gracias al acuerdo particular al que se llegó con este país asiático.
La división de defensa de Airbus tiene previsto equipar con 170 aviones a los países de la OCCAR. En total, el reparto debe quedar de la siguiente manera: Alemania (53), Francia (50), España (27), Reino Unido (22), Turquía (10), Bélgica (7) y Luxemburgo (1).
Doce de esos 69 aviones han sido entregados durante el presente año. En 2018 ha recibido nuevos A400M Francia, Turquía, Alemania, Inglaterra y España. Airbus tiene previsto entregar a las Fuerzas Armadas el cuarto avión en las próximas semanas.
El documento de declaración de intenciones firmado el pasado febrero entre la tractora y sus clientes ha dejado en el aire la cifra final de entregas para 2018.
El objetivo del acuerdo, que debe rubricarse de forma definitiva en los próximos meses, era la solución consensuada a los problemas que estaba presentando el programa. La principal idea es bajar la cadencia de producción del avión con el fin de prolongar su vida y garantizar al menos durante una década las operaciones en las plantas de los distintos países implicados. "Es un paso significativo en la dirección correcta para ayudar a mitigar los riesgos que continúan en el programa", resumen desde la compañía.
En el pacto también ha pesado el sobrecoste acumulado de unos 8.000 millones sobre los 20.000 millones presupuestados en su origen.
A medio plazo, la propuesta es reducir la producción a 8 unidades en 2020. Así, está previsto terminar de ensamblar en San Pablo 15 aviones en 2018 y 11 en 2019. "Esta decisión se toma para optimizar el programa a largo plazo y asegurar el futuro del A400M", explican. Este tiempo ganado debe servir principalmente para un doble objetivo.
Solucionar los problemas técnicos de ciertas capacidades comprometidas desde el inicio, que limitan la potencial versatilidad del avión en determinadas misiones. Entre las que se encuentran, el salto simultáneo de más de cien paracaidistas; el repostaje en vuelo de helicópteros, el sistema de defensa al completo y la carga y descarga en vuelo de ciertos cargamentos.
Esperando nuevas ventas
El nuevo calendario menos exigente también debe ayudar a los comerciales de Airbus a lograr los tan ansiados contratos de exportación que aseguren el futuro del programa. Desde la cúpula de la división militar de la multinacional aeroespacial siguen confiando plenamente en las capacidades del A400M. Creen que los pedidos serán suficientes para amortizar el programa una vez se despejen todas las dudas provocadas por los problemas inherentes a cualquier proyecto de esta complejidad.
El máximo responsable directo del programa y presidente de Airbus España, Fernando Alonso, reconoció hace tan sólo un par de semanas que se les había escapado en el último momento un acuerdo que esperaban haber cerrado en agosto. Pero Alonso también fue optimista y aseguró que confiaba en cerrarlo antes de final de año. "Paso muchas horas, días y semanas intentando conseguir ese primer contrato de exportación. Estamos muy cerca", resumió.
Impacto en el empleo
Esta nueva cadencia de producción garantiza el empleo a medio y largo plazo. Pero también tendrá repercusión a corto plazo. Actualmente, los paquetes de trabajo del A400M se distribuyen así en España: Sevilla 60,9%, Madrid 25,7%, Ciudad Real 7,4%, Álava 5,2% y Toledo 0,8%.
Según la compañía, en la actualidad hay 10.000 personas, entre trabajadores directos e indirectos, empleados en el programa en toda Europa. Más de 1.600 trabajan en España de forma directa, entre los que se incluyen los 1.100 que trabajan en la FAL de San Pablo y en la PreFAL de Tablada.
La compañía indicó que los reajustes en el avión de transporte militar y en el A380 afectaría a 3.700 puestos de trabajo en Europa, de los que 800 están en España. Airbus insiste en que hará todo lo posible por aplicar medidas que no signifiquen la pérdida de empleos y que buscará absorber el reajuste a través de medidas internas.
Esta reprogramación mantiene en vilo al sector aeronáutico andaluz, ya que de su éxito depende en gran parte que la región pueda seguir celebrando, como ha venido haciendo durante más de un siglo, hitos históricos como la llegada de las últimas alas de Filton que convierten al A400M en centenario.
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