Francisco Toscano deja la Alcaldía de Dos Hermanas tras casi 40 años de gobierno
Política municipal
Sale de la corporación municipal en un pleno histórico del Ayuntamiento nazareno
Toscano deja este viernes la Alcaldía de Dos Hermanas
Día histórico en Dos Hermanas. Desde las 13:30 de este viernes el socialista Francisco Toscano ha dejado de ser alcalde de la ciudad nazarena, donde ha ocupado el cargo de regidor desde las elecciones municipales de 1983. Toscano ha abandonado el cargo en un pleno extraordinario repleto de asistentes que no han querido perderse esta despedida y que lo han aplaudido a la salida del salón donde se ha celebrado la sesión.
En este pleno, tras las intervenciones de los portavoces de los grupos políticos que han reconocido a Toscano su labor en estos casi 40 años, el histórico socialista ha confirmado que Francisco Rodríguez, concejal de la corporación y con quien lleva dos décadas trabajando, será quien lo sustituya por ser "la persona más idónea". Hasta el nuevo pleno donde tome el bastón de mando, Basilia Sanz, concejal y esposa de Toscano, será alcaldesa en funciones.
Toscano ha descartado que sea una enfermedad física o mental la que le haya llevado a tomar esta decisión. Muy al contrario, la marcha de la Alcaldía nazarena obedece al intento de que los próximos comicios locales no se centren en su continuidad en el cargo.
Tras su despedida, deja una ciudad con más de 138.000 habitantes (cuando la gobernó por primera vez en 1983 contaba con 50.000), con una economía "saneada" y un urbanismo "planificado", como ha defendido en su intervención, en la que ha destacado que es "un buen momento" para este relevo.
Al pleno de este viernes ha acudido el secretario general de los socialistas de Sevilla y alcalde de La Rinconada, Javier Fernández, a quien Toscano comunicó su renuncia hace varias semanas.
Trayectoria
Francisco Toscano ha ejercido el cargo de primer edil nazareno desde 1983, periodo en el que ha obtenido 10 mayorías absolutas, una victoria prolongada en el tiempo que llevó a ser el regidor más votado de España. Aunque en algunas ocasiones algunos presidentes de la Junta le pidieron entrar en los gobiernos, Toscano sólo se ha dedicado a su municipio sevillano, aunque nunca dejó de entretejer hilos en la política nacional. No sólo fue uno de los pocos andaluces que apoyó a José Luis Rodríguez Zapatero frente a José Bono en el congreso federal del PSOE, sino que prestó apoyo emocional y material a Pedro Sánchez para volver, después de que fuera defenestrado, a competir por la secretaría general contra Susana Díaz.
Hace tiempo que Toscano había tomado esa decisión, así como el nombre de su sucesor: Francisco Rodríguez, actual concejal, nacido en Dos Hermanas en 1970 y miembro de la dirección socialista de Juan Espadas. Hasta que sea elegido, será la número dos del Ayuntamiento, la socialista Basilia Sanz, quien ejerza de alcaldesa en funciones de Dos Hermanas.
Desde la llegada de Toscano a la Alcadía nazarena en 1983, Dos Hermanas ha sido uno de los municipios andaluces que más ha crecido. Cercano a los 140.000 habitantes, es la segunda ciudad de la provincia de Sevilla y una de las más grandes de comunidad autónoma, por encima de algunas capitales. Aún queda por poner en uso los amplios terrenos de Entrenúcleos, que consolidarán a la ciudad como uno de los ejes de expansión del área metropolitana hispalense.
Militante del PSOE en la dictadura
Toscano milita en el PSOE desde antes de la muerte de Franco. Comenzó a trabajar como laboralista en el despacho de abogados que Rafael Escudero, Felipe González y Manuel del Valle, entre otros destacados líderes socialistas. Allí surgió el grupo de dirigentes que, al poco, se harían con las riendas del PSOE a nivel nacional. Durante muchos años, fue una suerte de heterodoxo dentro del PSOE andaluz, al menos en sus apoyos.
Hecho destacable fue el apoyo indiscutible prestado en 2016 a Pedro Sánchez, tanto que fue en Dos Hermanas donde el hoy presidente del Gobierno anunció que volvería a presentarse a unas segundas primarias. Dos Hermanas ha sido en estas cuatro décadas una población de voto socialista, donde se han celebrado algunos de los mítines más populosos de muchas campañas electorales, tanto que el velódromo se convirtió en una suerte de talismán para los partidos. También para el PP, que aprovechó sus ciclos alcistas para confrontar su apoyo popular con el PSOE en un territorio, en principio, poco proclive.
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