La vida es dura sin Banega (2-1)
Liga bbva
El Sevilla paga la ausencia de su cerebro y el Villarreal desactiva su juego abierto. A pesar de todo, un penalti a Gameiro con 0-0 pudo cambiarlo todo y Llorente tuvo el empate en el descuento.
Derrota del Sevilla previa a una semana de tremenda exigencia ante un Villarreal apenas superior en detalles que acabó pidiendo la hora a pesar de jugar contra diez por lesión de Gameiro y haber gozado de dos goles de ventaja. Sin Banega el Sevilla tuvo muchos problemas para mandar y cuando lo logró apenas generó peligro. Curiosamente, fue lesionarse el francés ya con los cambios hechos y marcar Llorente, quien tuvo la última ocasión en situación franca para empatar.
Con todo, la clave del Sevilla no estuvo en su planteamiento, ni en el buen plan del Villarreal para tapar las bandas del Sevilla y ahogar su salida del balón con la presión de Soldado y Balambu, sino en que el murciano Sánchez Martínez no se atrevió a castigar una acción de Víctor Ruiz sobre Gameiro en la que el central local se desentiende del balón y arrolla con el brazo al francés en el área.
Aún imperaba el 0-0 tras un intenso arranque local y un Sevilla dormido (pijama oscuro con horribles ribetes amarillos aparte) que tardó un rato en empezar a jugar. Cuando lo hizo, llegó esa acción de Gameiro y la impresión de que la alternancia entre Iborra y Krohn-Dehli junto a Krychowiak según se tuviera o no el balón se iba asentando. Pura ficción, pues el Villarreal se sacudió pronto esa variante y logró tapar a Konoplyanka y Vitolo, lo cual ya es mucho decir.
Después de llegar mucho y amenazar poco, el Villarreal encontró el gol casi sin querer, en un córner que el Sevilla no despejó, pues Iborra le perdió la pista a un balón suelto, Coke tampoco despejó y Mario se encontró ante Sergio Rico para cruzar suave a gol.
Veinticinco minutos y todo aún más cuesta arriba de lo que el partido mostraba. El Sevilla acusa el golpe de forma nítida y hasta el descanso, las imprecisiones son una constante que se alarga lamentablemente durante veinte minutos del segundo tiempo.
Demasiada ventaja para un Villarreal que le tenía muchas ganas al Sevilla. Y encima los locales doblan ventaja en una jugada sin aparente peligro hasta que Soldado la rebaña desde el suelo, Tremoulinas pierde el paso y Mario gana solo la última línea para conectar al otro lado con Denis Suárez, que asiste fácil y cómodo a Bakambu sin dar tiempo a la basculación. 2-0 con el doble cambio Mariano y N'Zonzi por Coke y Krohn-Dehli ya preparado. Iborra se queda hasta la entrada de Llorente, que hay que ver lo que le cuesta a Emery prescindir del irreprochable centrocampista levantino incluso cuando el partido no favorece un recurso que el técnico ha convertido en ley.
Es entrar Llorente y lesionarse Gameiro, con lo que al traste el Sevilla con dos puntas y encima toca remar con 10, pero justo cuando el francés abandona Konoplyanka se va como un rayo y conecta perfecto para que Llorente la empuje de cabeza. 2-1 y un cuarto de hora por delante, con cierta opción pero un efectivo menos.
El Sevilla lo nota porque el Villarreal amplía el campo y hay que hartarse de correr para mantenerse en el partido, con un desgaste tremendo que apenas se traduce en nada. De hecho, es el Villarreal el que se arrima al gol con un tirazo de Denis Suárez que los dedos de Sergio Rico y el larguero evitan que El Madrigal se venga abajo.
Nunca se rinde, eso ya se sabía, y en el minuto final del alargue Llorente cabecea forzado pero en inmejorable situación y el rechace de Areola no lo puede enganchar N'Zonzi. El empate habría sido enorme dadas las circunstancias, pero la tarde ya se había empinado tanto que se hacía difícil esperar un nuevo estallido. Y en ocho días Manchester City y Real Madrid en Nervión...
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