Hasta las victorias llegan a saturar

celta| sevilla

El equipo se ancló atrás y Rakitic actuó en una loseta

El colombiano Carlos Bacca se lamenta con la cabeza en el suelo.
El colombiano Carlos Bacca se lamenta con la cabeza en el suelo.
Juan Antonio Solís

30 de marzo 2014 - 05:02

Viendo cómo saltó el Sevilla a la hierba de Balaídos, cómo plantó la defensa tan cerca de Javi Varas -ante el Real Madrid vale, pero ante el Celta...-, cómo quedaron de aislados los dos puntas, Bacca y Gameiro, cualquiera puede llegar a pensar que hasta la mejor noticia que le puede pasar a un deportista, la victoria, puede llegar a saturar. Eso parecía ayer el Sevilla de Unai Emery, un equipo saturado de tanto gozoso frenesí que necesitaba tomarse un respiro antes de otra batalla mayúscula, la que se anuncia para el próximo jueves en la desembocadura del Duero.

DEFENSA

Le ha cogido gusto el Sevilla a defender atrás, bien posicionado, con los cuatro zagueros sin conceder metros a sus espaldas, más Iborra barriendo. No estaba M'Bia, pero Rakitic se ancló junto al gigante valenciano. Y a la derecha, Trochowski, un jugador muy disciplinado a la hora de trabajar sin la pelota. De hostigar al Celta en el inicio de las jugadas, nada de nada. De provocar el fallo atrás, menos. Y los celestes sólo crearon una jugada de franco peligro, un desdoblamiento del lateral izquierdo Johny, cuyo pase atrás facilitó un zapatazo violentísimo de Orellana, que estrelló la pelota en el larguero. Era el minuto 65. Y ya en los últimos 20 minutos, el Celta terminó de embotellar a los de rojo. No creaba ocasiones, pero tanto rondó el balón el área de Javi Varas que Mario Bermejo desequilibró a Fazio, que trataba de anticiparse, y Martínez Munuera pitó penalti por mano del argentino. Fue un castigo a la racanería.

ATAQUE

La disposición defensiva del Sevilla lastró su juego de ataque. Esa defensa tan atrás, la recuperación de la pelota tan lejos de la portería céltica... Y Rakitic atornillado junto a Iborra. El croata parecía un jugador de futbolín. Se limitó a abrir en largo a la derecha y a tirar los córners. ¿Y quién enlazó entonces con los puntas, porque esta vez, para más inri, eran dos? Nadie. Vitolo volvió a naufragar basculado a la izquierda y Trochowski tuvo demasiados metros por delante. Aun así, Bacca y Gameiro se asociaron. El colombiano dejó al francés solo ante Yoel pero le faltó sangre fría, sutileza, pausa (35').

VIRTUDES

Orden táctico, empaque.

TALÓN DE AQUILES

Rezumó falta de ambición desde el pitido inicial. Defensa demasiado retrasada. Y con Rakitic tan anclado es renunciar a mucho.

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