Yo vi jugar a Palop

El meta, que sigue siendo duda, ha ganado cinco pulsos: Notario, Cobeño, De Sanctis, Javi Varas, el único que aguantó más de un año, y Diego López

Julián se tira abajo para atajar un balón en la sesión matinal de ayer.
Eduardo Florido Sevilla

27 de enero 2013 - 05:02

"Gracias por sus mensajes. La competencia es buena para el equipo y no me asusta. El año es muy largo, el pasado terminé jugando". Esta frase la escribió Palop en Twitter el 23 de mayo pasado, un rato después de conocerse que el Sevilla había fichado a Diego López como primer refuerzo. El fichaje del gallego, traspasado de forma exprés al Real Madrid, ha sido una operación fallida de la planificación sevillista. Con ella, el club pretendía acabar de una vez por todas con los últimos problemas de la portería desde que Javi Varas y Palop chocaron con la realidad de que ambos querían ser el portero titular, un hecho que condicionó la etapa de Marcelino, quien no supo controlar esta envenenada competencia. Pero Palop no captó el mensaje tácito ni la expresa invitación de buscar una salida. Era su último año de contrato y estaba dispuesto a cumplirlo.

A sus 39 años, Palop acaba deganar otro pulso a un colega que llegó para competirle el puesto. Si bien es cierto que detrás del traspaso al Real Madrid hay un factor económico fundamental, no menos verdad es que la cúpula ejecutiva ha dado luz verde a la operación porque Diego López ha sucumbido a la primacía del mítico meta y capitán sevillista, con ciertas dosis de infortunio. El gallego entró con mal pie en el Sevilla desde aquella desafortunada jugada en Granada, segunda jornada liguera, con Floro Flores, de quien se puede decir que su único servicio al club nazarí antes de ser despedido fue provocar aquel penalti y la expulsión. Apenas 125 minutos había tardado Palop en recuperar la titularidad, y no la soltó hasta que el Sevilla fue goleado en el Vicente Calderón y Míchel optó por darle una nueva oportunidad a Diego López, con el resultado de derrota en casa ante el Valladolid. Ahí empezó a ganarle el pulso el valenciano al gallego, puesto que la grada comenzó a posicionarse a favor de su carismático ídolo.

Diego López es el quinto portero que sucumbe a la tremenda competitividad de Palop. El valenciano, después de un curso en el que tuvo que batirse el cobre con Javi Varas, el único que ha llegado a arrebatarle el puesto de verdad y el único también que ha competido con él más de una temporada (2008-2012), ha resucitado a sus 39 años demostrando mejor forma y mayor rendimiento que el recién llegado.

El primero que torció su brazo ante la perseverancia, el carácter y las cualidades del valenciano fue Notario. Un error suyo en Lille, en la UEFA, condenó al granadino, que ya no jugó más aquella temporada 05-06. Al año siguiente, el Sevilla fichó a Cobeño, actual portero del Rayo Vallecano y al que cedió al Almería en su segunda temporada para terminar fuera del club. En su lugar llegó un guardameta de contrastada calidad, Morgan de Sanctis, internacional por Italia. El actual meta del Napoli llegó como un refuerzo de relumbrón, pero se fue al final del convulso curso 07-08, dejando una gran sensación pero convencido de que era imposible quitarle el puesto a Palop. Lo sustituyó Javi Varas, quien en sus dos primeras temporadas aguantó como suplente, pero ya en la segunda comenzó a discutirle el puesto al capitán sevillista, cuyas lesiones empezaron a tener menores intervalos. El curso pasado se enquistó la competencia y el meta sevillano comprendió que su única salida era buscar otro equipo.

Palop continúa siendo duda para el encuentro de mañana. Ayer no se ejercitó y Emery tiró del juvenil José Antonio Caro además de Julián. Las pruebas médicas dictaminaron que no tiene rotura, sino una lesión leve en el recto anterior derecho. Su evolución entre hoy y mañana, sus sensaciones, la opinión de Emery, que sabe que el jueves hay un partido de alto voltaje en el Vicente Calderón, y sobre todo la decisión que tome el propio Palop serán claves para saber si juega ante el Granada.

El suplente es Julián, granadino de 21 años y 1,95 metros que cumple contrato este año. Hasta que tome decisiones de peso en mayo, el club valorará si se lo renueva o ficha a otro meta de perfil medio como suplente de Palop, quien el viernes, mientras Diego López era traspasado, recibía entre ovaciones la insignia de oro de la Peña Sevillista San Eustaquio, en Sanlúcar la Mayor. "El cariño de la afición es el máximo orgullo y el mayor trofeo que me puedo llevar", dijo a los aficionados, que dirán, al igual que con Kanoute, "yo vi jugar a Palop". Lo mismo pensarán los porteros que han ido pasando a su lado sin ganarle el pulso...

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