"Son cinco veces más... ¡y qué nos importa!

Eran las dos menos diez de la tarde cuando Pepe Castro se dirigió a unos 2.000 sevillistas. Los tranvías verdes, que en Basilea funcionan como relojes suizos, van llegando y vomitando aficionados sin remisión. De uno de ellos, poco antes de que hablara Castro, bajan medio centenar de hinchas cantando al unísono "¡Dicen que estamos locos de la cabeza...!" y la plaza rompe a coro.

Entre la masa, Paco Ruiz Brenes, Superpaco, canta el himno del Centenario con la bufanda extendida. Pocos como él para decirle a los más jóvenes que valoren cada segundo de lo que les está sucediendo.

El jolgorio explota y no para ya. Antoñito hace de telonero. Y arenga como en Turín o Varsovia: "¡Aquí estamos un año más, y parece que fue ayer cuando empezó todo! Va por uno que está arriba con nosotros, todos sabéis quién". Antonio Puerta siempre está presente: lo está en la sala de prensa, como el martes recordó Coke; lo está en el vestuario, como recuerda Emery; lo está en las camisetas serigrafiadas, como se volvió a ver ayer en las calles helvéticas, y está en este espíritu combativo de todos.

También subió al escenario Víctor Salas: "Como ex futbolista del Sevilla Fútbol Club, es un privilegio disfrutar de esto cada segundo. ¡La quinta va para Sevilla! Y el domingo me voy a Madrid con mi niño...".

Castro, ataviado de nuevo con una camiseta blanca, como en Turín y Varsovia, arenga a los suyos. "¡Sevillistas, de nuevo estamos aquí, aquí estamos contigo, Sevilla, como en Eindhoven, Turín (olvidó Glasgow), Varsovia. Venimos para ganarla de nuevo. Dicen que hay cinco ingleses por cada sevillista ¡y eso qué nos importa! Que tienen más recursos económicos y títulos ¡y eso qué nos importa! El Sevilla es el más grande en esta competición y el equipo que más desea seguir ganándola!".

Luego, en el almuerzo con la prensa, Castro tuvo un especial recuerdo para Paco Gallego, hospitalizado y con un delicado estado de salud. "Un recuerdo para Paco, que lo está pasando mal".

A la comida asistieron el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, el primer teniente de alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, y el ex alcalde Juan Ignacio Zoido, éste acérrimo sevillista. Fuera, a apenas cincuenta metros, la fan zone ya es un hervidero de gozo sin remisión: la lluvia no apareció hasta las seis y media de la tarde.