No se vayan todavía... (63-75)
Eurocup
Primera final europea de los sevillanos, espoleados por un sublime Kirksay. El Unics ruso, último escollo.
Emoción contenida de primeras. Impresionante partido, espléndido Cajasol, dominador de principio a fin de una contienda que lleva a los sevillanos a la mayor heroicidad de la historia para este club que en 2012 cumple 25 años y quiere vestir de gala en sus Bodas de Plata (o Plaza) en la Euroliga, recompensa que se le otorga al vencedor de la Eurocup.
El repaso fue incontestable. Enorme. Kirksay había centrado las miradas en él en la víspera y se llevó los focos en un escenario precioso como el Palaverde y dejando fuera del torneo a la Benetton, el anfitrión, el equipo que sólo había perdido un encuentro europeo, en San Pablo, y que ayer besó la lona y lloró desconsolado, hundido por su búsqueda incesante de patrocinador para cuando se vaya la familia Benetton, los mecenas del club, mientras que el Cajasol disfrutó a lo grande. ¡Dios, el corazón en un puño!
El baloncesto premió a una ciudad castigada desde hace muchos años sin golosinas que llevarse a la boca. Este gran botín no está aún en las alforjas, pero después de 15 partidos continentales, suena de maravilla que el Cajasol opte a ser campeón de la Eurocup, un título que no se lo lleva cualquiera a casa.
El magisterio del Cajasol primó sobre la garra italiana. Los transalpinos, desde el indignado Repesa al negado Devin Smith, estuvieron atenazados por el terror de enfrentarse a un pabellón engalanado para la fiesta y que no pudo más que chocarse, toparse, contra la dura realidad, un muro de contención llamado Cajasol y que dejó a los chicos del Véneto con 63 puntos en su casillero. Aroma defensivo, el mismo que el año pasado devolvió a los puestos de honor a los hispalenses.
Del choque quedarán recuerdos imborrables. Todos los elogios son para Kirksay: el primero desde estas páginas. Pero vale la pena echar una flor, un montón de rosas, a Satoransky, un crío hecho hombre durante menos de dos años y que se dejó el alma sabiendo que Calloway no está para lucirse. Antes, Kirksay, lógicamente. Hizo esta fecha señalada desde que salió el calendario y viene a ganar, no a fardar de estar en Italia tras el trabajo cumplido. Ambicioso, el francés del Bronx -"¡Qué pasa, man!"- no se va a retirar sin levantar como capitán cajista el trofeo. Su liderazgo dejó amargado a Devin Smith, sentado a más de uno con su dirección, con los ojos como platos con sus dos triples que liquidaron un partido que siempre fue dominado por los visitantes... Kirksay no iba de farol. Lleva una gran jugada y va a apostar duro en la final contra el Unics Kazan ruso (20:45). Es decir, siéntense y disfruten los que se hayan quedado en Sevilla o gocen en el Palaverde los que vinieron al norte de Italia: no se vayan todavía, aún hay más.
Fue precioso vivir, sentir, palpar, cómo un equipo que venía con seis derrotas seguidas, batacazo tras batacazo en la ACB, torturó con su defensa, con su juego, con su estrategia estudiada en los vídeos vistos por Tabak, Ocampo y Carrasco, el cuarto entrenador del cuerpo técnico, para desmoronar el ímpetu con el que llegaba la Benetton a su Final Four.
De primeras, un mate de Katelynas para enseñar los dientes y la hoja de ruta prevista por Joan Plaza. Así dio arranque esta bella batalla con final feliz, aunque haya que cerrar el círculo esta noche en la epopeya mayor vista por un cajista. Dicen que hay pocos cajistas, que la masa social no es considerable. Vale, bien, otro día se discute. Un título es un título y estos 12 jugadores están a la vera, a la verita, de llevárselo a Sevilla. Con dos... partidos sublimes a la espera del de esta noche.
Bullock hinchó el pecho y puso el sombrero de mariscal en plaza. Demostró que vino a ganar y que aunque no se le haya dado la temporada de cine está delante de la ocasión de volver a hollar la cima ganando una Eurocup. El americano falló en el tiro, pero buscó el balón y forzó situaciones de ventaja para el pase. Satoransky ayudó mucho, sin perder la templanza jamás. Punto a punto, dejando casi siete minutos sin anotar a la Benetton en tiros de campo en el segundo cuarto, se marchó el Cajasol por 15. Quedaba un mundo. De hecho, quedaban técnicas, Kirksay, nervios, dos más uno, Kirksay, una zona 2-3 de la Benetton, dos triples seguidos de los visitantes antes del cuarto final, Kirksay, un churro de Gentile, la mano en el tiro libre de Bullock, un matón de Davis, Kirksay...
La vida da muy pocas oportunidades y ahora el Cajasol la tiene en sus narices. Kirksay lo sabe.
FICHA TÉCNICA
BENETTON TREVISO: Smith (8), Markovic (13), Skinner (6), Motiejunas (4) y Gentile (6) -cinco inicial-; Bulleri (15), Peric (9) y Brunner (2).
CAJASOL: Satoransky (6), Triguero (7), Bullock (14), Kirksay (16), Katelynas (10); -- cinco inicial-- Paul Davis (14), Sastre, Urtasun (3), Cabanas, Calloway (1) e Ivanov (4).
PARCIALES: 16-22, 17-18, 17-16, 13-19.
ÁRBITROS: V. Drabikovsky (Ucr), S. Herceg (Cro) y O. Latisevs (Lit). Eliminados por faltas personales a Perci, Mont
PABELLÓN. Palaverde. 5.300 espectadores.
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