Hasta el último día, Del Nido

"Me quedé al frente del club porque los accionistas y asesores me lo pidieron, y porque me considero inocente de los delitos por los que se me ha condenado. Si llego a saber que esa condena se iba a refrendar, no habría dudado en dimitir". Con estas palabras, José María del Nido, desde ayer ex presidente del club que ha dirigido en los últimos 11 años y medio, justificó su no dimisión el pasado 19 de diciembre de 2011, cuando la Audiencia de Málaga emitió su sentencia condenatoria. Estaba en su derecho de recurrir y así lo hizo, pero en la defensa de su inocencia se ha visto abocado a un forzado adiós para despedirse de su "casa", por la puerta de atrás, pese a lo escenificado ayer en el antepalco, y con alguna lágrima que entrecortó un sentido y franco discurso, en el que pidió perdón varias veces.

Del Nido fue Del Nido hasta el último día, un hombre irrepetible, para lo bueno y para lo malo, como ha sido verse condenado en el cargo, lo que no evitó que fuera ovacionado. Rodeado de todos los empleados del club, de los socios más antiguos, de los jugadores veteranos, de la plantilla y demás allegados, el ya ex dirigente pidió perdón por haber llegado a este extremo, a los sevillistas y a la ciudad de Sevilla, y dio las gracias a todos los que en su largo mandato han estado subordinados a él. "Quiero pedir disculpas a la ciudad de Sevilla y a todos los sevillistas, por haber sido condenado estando en el cargo de presidente. Sólo puedo decir que siempre me he considerado inocente y que me equivoqué. Si hubiera sabido que lo que ha pasado iba a ocurrir, habría dimitido mucho antes".

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Y también dio las gracias a toda la afición, a los que lo ovacionaron al llegar al antepalco y los que lo criticaban en la calle. "A todos los sevillistas, sin distinción, gracias. Más allá de las diferencias que algunos puedan tener hoy, que ya no tienen sentido. Sencillamente, gracias".

No quiso olvidarse de nadie. Su personalidad quedó plasmada al dirigirse a los empleados: gratitud, sí; pero exigencia hasta en el forzado adiós. "A todos vosotros, dos cosas. Gracias por los servicios prestados. Por vuestra fidelidad y por vuestra entrega. Sé qué no es fácil asumir y llevar a la práctica mi filosofía de trabajo de 25 horas diarias durante 365 días al año. Pero la habéis asumido y llevado a la práctica durante 11 y medio largos años. Y segundo, ahora una exigencia; ese mismo cariño, esa misma fidelidad, esa entrega y esa dedicación y profesionalidad que habéis tenido bajo mi mandato os exijo que la tengáis por quien resulte ser nuevo presidente".

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También fue Del Nido puro al agradecer su labor a la primera plantilla, "desde Pichón a Martagón". "Os he apretado cuando era necesario hasta decir basta", dijo, antes de pedirles el mismo sacrificio en su ausencia: "Ahora me retiro, pero siempre tendréis mi aliento en el cogote. Y seré como una sombra que siempre estará apoyándoos cuando más lo necesitéis. Ahora paso a ser un aficionado más y como tal os veré. Tenéis la misión ineludible de darnos satisfacciones a los sevillistas con vuestras victorias". Y se dirigió a Unai Emery y a Rakitic: "Míster, has llegado hace poco tiempo. Gracias por tu respeto, tu amistad y enhorabuena por tu dedicación. Suerte y acierto. Tus éxitos serán los míos, ahora como sevillista de a pie. Capitán, espero que sepas dirigir al grupo con éxito como hicieron Palop, Javi Navarro y Pablo Alfaro".

Tuvo menciones especiales a los que le darán continuidad al club. Habló de la "fidelidad y el apoyo de Pepe Castro", su sustituto en el cargo. De Monchi y la garantía de que el club "tendrá un seguro de vida en cuanto a profesionalidad, cariño hacia la entidad, honradez y acierto". De Manolo Vizcaíno y su "capacidad, preparación, formación, dedicación y altísima efectividad", pese a "no tener el cariño que te mereces de un sector de la afición". De José María Cruz, al que agradeció "la posibilidad de liberarse de sus compromisos profesionales para volver al club". Y del grupo Sevillistas de Nervión: "Mención especial para Pepe (Castro), para Paco (Guijarro), para Roberto (Alés) y para (Pepe Gómez) Miñán. Todos han apoyado sin fisuras que gobierne esta nave con mi estilo propio", así como a los principales accionistas.

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En el turno de preguntas, tras un discurso interrumpido por la emoción, Del Nido garantizó que se quedará completamente al margen del club. "No participaré en ninguna toma de decisión, ni importante ni para cambiar un rollo de papel higiénico. El que diga que voy a hacerlo, en vez de frivolizar debería acreditarlo". "Me quedo en un segundo plano. Ahora me dedicaré a defenderme, a agotar los recursos para que mi situación sea lo menos grave posible. Soy un luchador y asumiré la culpa que me venga como ciudadano y afrontaré las consecuencias. Mi primera pelea va a ser pagar la indemnización que se me ha fijado, que voy a satisfacer hasta el último euro". En ello estará desde hoy, primer día tras la era Del Nido, que siempre dejará la desazonadora división entre sus éxitos deportivos y la mancha de su condena.