A última hora, un flequito

La renovación y mejora del contrato del guardameta Antonio Adán ha entrado en su recta final y quizá sea hoy el día indicado para que el club y el futbolista pacten y rubriquen el nuevo compromiso que se lleva negociando prácticamente desde que la temporada echase a andar y, más concretamente, desde que se cerrase el mercado de verano y el director deportivo del Betis, Eduardo Maciá, regresase de unos días de vacaciones.

Los representantes del futbolista de Mejorada del Campo (Madrid) viajaron ayer a Sevilla con la idea de cerrar las negociaciones habidas durante este tiempo vía telefónica y plasmar en un papel la ampliación del actual contrato, que finaliza el 30 de junio de 2017, por dos temporadas más, según el deseo de ambas partes.

Así las cosas, Iñaki Espizua y Julián Cuevas, los agentes del portero mejoreño, arribaron a las oficinas del club en Heliópolis sobre las cinco de la tarde y mantuvieron una reunión, por tiempo de unas dos horas, con Maciá y algún representante más del Betis sin que las partes pudiesen darse la mano en señal de acuerdo definitivo.

Adán, que como la mayoría de los jugadores no acude a este tipo de reuniones finales porque a veces surgen discusiones que luego pueden pasar factura, esperaba en su domicilio una llamada por si se producía la fumata blanca y debía acudir a la sede del club heliopolitano para estampar su firma y hacerse la foto de rigor con algún alto ejecutivo o miembro del consejo de administración estrechando las manos.

Pero, finalmente, minutos después de la siete de la tarde sus representantes abandonaban la reunión y le comunicaban que las negociaciones no habían quedado cerradas de forma definitiva.

Según ha podido saber este diario, aunque las posturas estaban y están muy cercanas, hay un punto de la negociación en el que las partes no acaban por verlo de igual manera. Es el habitual fleco que surge a última hora y que, en diversas ocasiones, da al traste con las operaciones, pero que en este caso, al parecer, se trata sólo de un flequito que, en ningún caso, va a impedir que se cierre la renovación.

Ocurre que, tras dos horas de vis a vis, los negociadores optaron por que lo mejor era poner unas horas de por medio para, en solitario cada cual, arbitrar nuevas medidas y sentarse hoy de nuevo sobre la mesa con otras cartas que permitan sellar una operación en la que ambos están muy interesados.

No en vano, Adán llegó al Betis en enero de 2014 libre del Cagliari y firmó sólo hasta junio, aunque en marzo, aun a sabiendas de que el club iba a acabar descendiendo a Segunda División, renovó su compromiso por dos temporadas más, hasta el 30 de junio de 2017, el actual contrato que firmó con Miguel Guillén como presidente.

Pero no fue ésa la única muestra de compromiso del guardameta madrileño, ya que hasta por dos veces renunció a irse del Betis con ofertas de otros equipos, sobre todo una de la Real Sociedad, que lo quería a toda costa y que estaba dispuesta a pagar unos seis millones de euros al club verdiblanco por sus servicios.

Por esto y por las declaraciones públicas del jugador, es presumible que hoy mismo se firme su renovación, tras la que Maciá intentará cerrar la del otro portero, Dani Giménez. Él y Pepe Mel están muy satisfechos del trabajo y la actitud del vigués.