¿Y todavía puede ir a Europa?

osasuna - sevilla · el otro partido

El Sevilla, tras su peor curso a domicilio desde su último descenso, ya sólo aspira a ser noveno y esperar al TAS para jugar la Liga Europa.

Negredo se dispone a batir a Andrés Fernández para hacer el insuficiente 0-1.
Eduardo Florido / Sevilla

27 de mayo 2013 - 05:02

La Liga española confirma su esperpéntica situación a una jornada para el cierre. Que un equipo que sólo ha ganado un partido a domicilio de 19 tenga aún opciones de jugar en Europa ilustra sobre lo negativamente condicionado que está un campeonato que amenaza ruina si sus rectores no se disponen, cuanto antes y dejando a un lado cuitas y rencores, a arreglarlo estructuralmente. El Sevilla, el peor Sevilla de los últimos años en cuanto a números como visitantes, sólo superado negativamente por el último que descendió de categoría, en la ya lejana campaña 99-00, mantiene su novena posición en la tabla y, en estos momentos, ¡¡está clasificado para la Liga Europa!! Y esto es así por muy increíble que parezca. Pero ya no depende de sí mismo para nada: está en manos de la burocracia.

Al equipo de Unai Emery ya sólo le queda esperar un favor de la UEFA. Su derrota en Pamplona y la victoria del Betis sobre el Zaragoza lo dejan fuera de Europa por pleno derecho. Ahora tendrá que estar atento a lo que dictamine el TAS sobre el recurso presentado por el Málaga contra la descalificación para jugar competiciones europeas que dictaminó la UEFA por deudas económicas. El organismo continental también deja fuera de concurso al Rayo Vallecano, al que no le ha dado la licencia europea por no cumplir los requisitos económicos necesarios. Y, ante esta situación, el noveno en estos momentos está habilitado para competir en el segundo torneo continental. Y el noveno es el Sevilla, pese a su derrota. Ya ni siquiera puede alcanzar al Rayo, que puede terminar incluso séptimo pese a sus problemas económicos.

La victoria del Rayo en Getafe habilita al Sevilla al privilegio de la novena plaza. Pero así como el gol en propia puerta de Diego Castro en el Coliseum Alfonso Pérez le abre esa fea posibilidad, el postrero gol de Xabi Prieto que significó el empate de la Real Sociedad ante el Real Madrid obligará al Valencia a ganar en el Sánchez-Pizjuán en el cierre de la Liga para jugar la Champions. Así se le presenta la última jornada a este equipo incapaz de controlar las situaciones. Si se mete finalmente en Europa, será por un cúmulo de deméritos ajenos, nunca por los méritos propios. Ésta es la triste realidad del Sevilla, el justo pago a su pésima temporada, en la que la planificación, cambio de entrenador incluido, ha tocado fondo.

Los dos zapatazos de Puñal y Álvaro Cejudo, salidos de la fe de un equipo que se jugaba la vida, pusieron al Sevilla en el sitio que merece tras un año tan aciago. Ayer fue incapaz el equipo de Emery de aprovechar la angustia y los nervios de Osasuna pese a ponerse por delante. Apenas un destello de calidad de Jesús Navas y Negredo fue muy poco para intentar torcer su destino. Un destino que se ha labrado durante todo un curso.

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