Los tiempos de Emery
La positiva irrupción de Reyes, Mbia y Denis Suárez ilustra sobre la idónea lectura del técnico a la gestión del equipo. Iago Aspas, Deulofeu y Arribas, únicos fuera del programa.
Unai Emery tiene el metrónomo perfecto para gestionar su plantilla. El entrenador sevillista ha conseguido que el grupo que entrena, salvo contadísimas excepciones, llegue en perfecto estado de revista a la fase decisiva. Si se descuenta a tres futbolistas que están fuera de su programa de rotaciones, Iago Aspas, Deulofeu y Arribas, los demás están listos para competir en el momento en que sean requeridos. El guipuzcoano cumple así el ideal de cualquier técnico, poder contar con todos sus futbolistas y tenerlos a todos metidos en el canasto. De paso, gracias a esa adecuada lectura de los tiempos y del reparto de protagonismos, el equipo compite como un bloque.
Igual que hay tres jugadores fuera de la onda, hay otros tres que, con sus recientes y positivas irrupciones en el equipo, demuestran cuán válido es el sistema de maduración de la plantilla de Emery: Reyes, Mbia y Denis Suárez. En el lote también se puede incluir a Kolodziejczak, confirmado ya como el tercer central del equipo y como un futbolista que sigue creciendo a pasos agigantados después de que apenas tuviera presencia en el Sevilla en sus primeros meses en Nervión. A todos ellos Emery les ha ido dando su momento, siempre con la prioridad de hacer lo más competitivo posible al Sevilla en cada partido, en cada competición, en cada escenario y en cada contexto.
En los tres últimos partidos se ha podido comprobar cómo Emery ha ido uniendo a la causa a futbolistas que parecían fuera del programa. En el Ciudad de Levante sorprendió dándole la titularidad a Reyes, después de que el utrerano se quedase fuera del equipo titular, e incluso de alguna convocatoria, durante varios partidos. Extrañó mucho ver a Reyes, tan bipolar en su comportamiento, en el once titular en un partido entre semana a las diez de la noche y en un campo tan prosaico como el Ciudad de Valencia. No parecía el marco idóneo para que Reyes, más hecho al calor de Nervión o a escenarios de más garbo, sacase su duende. Sin embargo, el utrerano se erigió en protagonista principal, con un excepcional pase de gol a Gameiro y otro gol que marcó cuando el francés le devolvió la deferencia. Los que creían que Reyes se había quedado ya sin sitio en los dos frentes tan apretados del Sevilla se llevaron una agradable sorpresa. Y ahí sigue.
Caso similar es el de Denis Suárez. El joven mediapunta ha crecido sin jugar, como ha defendido Emery cada vez que le preguntaban por sus ausencias. No era titular desde el día del Elche y, como Reyes, también había salido hasta de alguna convocatoria. Pero su irrupción en la segunda parte ante el Zenit fue decisiva. Dinamitó el juego por dentro ante el cerrojo ruso y abrochó la remontada con un golazo. El gallego, que empezó con fuerza en el once titular, perdió el sitio cuando Emery se decantó por Banega como manijero, pero últimamente ya ha protagonizado una versión más técnica junto con el argentino y Reyes, si bien esta opción la reserva el técnico para cuando ve el partido maduro.
Otro caso es el de Mbia. La fuerte apuesta por Iborra y la consistencia de Krychowiak y Banega en el eje de la medular parecía haber dejado sin sitio al hombre de los goles milagrosos. Pero, como en los casos precedentes, Emery le ha sabido dar su sitio cuando ha visto el momento idóneo. Su empuje ayudó muchísimo saliendo desde el banquillo ante el Barça y ante el Zenit. En los últimos tres meses sólo ha sido titular cinco veces, también debido a una lesión muscular. Pero cuando ha vuelto lo ha hecho como auténtico revulsivo desde la heterodoxia táctica que atesora.
La casuística es amplia. Kolodziejczak ha crecido en la privacidad de los entrenamientos y por las obligadas apariciones ante las bajas de Pareja y Carriço. Poco a poco, en ese goteo, se ha confirmado como un central que aporta otro tipo de fútbol, más técnico y con mejor salida de balón. Además, por ejemplo, el lateral derecho no tiene un dueño fijo y la delantera se reparte cada vez más equitativamente entre Bacca y Gameiro.
En el polo opuesto están Deulofeu, Iago Aspas y Arribas. El técnico dice públicamente que quiere contar con ellos, pero lo cierto es que los tres han estado prácticamente inéditos durante los dos últimos meses. En la fase decisiva se han quedado sin sitio.
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