La tercera vía bética

Calderón apuesta por un equipo "sólido que juegue bien al fútbol", en la línea de Bielsa y Martino. El argentino arriba al Betis, junto a Anzarda, para cumplir su "sueño" y dar su "vida".

La tercera vía bética
La tercera vía bética
Javier Mérida / Sevilla

21 de enero 2014 - 05:02

Dieciséis años como entrenador y por fin el Betis. Gabriel Humberto Calderón, tras entrenar en Francia al Caen, conoció los banquillos de todo el mundo árabe. Incluso arriba a la entidad de La Palmera tras rechazar una propuesta qatarí que le triplicaba el sueldo. No es la situación ideal para tomar el equipo, pero a veces los momentos no se eligen y el Betis, que lo rondó como un novio indeciso más de una vez años atrás, sintió que lo necesita ahora. Y el Cabezón, como lo llamaban sus compañeros de la selección argentina, dijo sí. "Éste es el sueño de mi vida. He jugado Mundiales, finales, pero dentro de este campo es donde más feliz he sido gracias al beticismo. Cuando me acuerdo de ese silencio se me pone la piel de gallina. Estoy convencido de que saldremos adelante. En cualquier otro equipo es imposible, pero en el Betis no. Tenemos 18 finales, no hay que hacer cuentas y sí estar unidos, aparcar los intereses personales. Vengo a dar mi vida por la salvación. Todos somos importantes y todos tenemos que dejarnos todo por el club. Tenemos plantilla y hay que trabajar a muerte", fue el mensaje de bienvenida del nuevo entrenador del Betis, quien aseguró que se le da mejor trabajar. "Estamos en el punto cero y vengo a dar mi vida. No soy perdedor, yo no soy Messi ni Maradona, pero soy ganador", añadió.

Calderón llega acompañado de Eduardo Anzarda, quien lo precedió en el Betis y aconsejó su fichaje como futbolista; de su hijo Gabriel y de Pedro Gómez Carmona, ambos preparadores físicos. Al grupo de trabajo se le une Juanjo Cañas, quien cambia la secretaría técnica por la ciudad deportiva. "Cañas se ha ofrecido y lo valoro mucho porque lo importante es que todos ayuden", dijo Calderón.

Arropado por Salva, Álex, García Soriano, Casado, el propio Cañas, es decir, los ex futbolistas que hoy trabajan en el club, el nuevo técnico se sintió emocionado. "El sueño de mi vida es estar aquí. He vivido con dificultades durante mi vida y en ésta estoy seguro de que saldremos adelante. Que estén ex compañeros aquí me da una alegría y me siento joven porque me acuerdo de cuando jugábamos", se sinceró.

Calderón se presentó tras un primer entrenamiento en el estadio con sus futbolistas. "Sus caras son de preocupación, el mensaje llega bien, porque yo también soy futbolista, aunque me duela la espalda y esté calvo. Y ahora necesitamos tiempo para que vean mi capacidad. Si no sabes llegar al jugador es difícil conseguir éxitos. El equipo va a tener un cambio importante y vamos a llegar a buen puerto", aseguró el técnico, antes de añadir: "Creo que su estado es más psicológico que físico. Los he visto por televisión y en el campo y tienen que mentalizarse en que la del viernes es una final, y sólo eso, y no pensar más allá".

Insistió el nuevo entrenador en llegarle a los futbolistas y, de hecho, en su primera sesión de trabajo se lo vio con la mano por el hombro de varios: Rubén Castro, Salva Sevilla, Verdú, Leo Baptistao... "Mi responsabilidad es que cale el mensaje en los jugadores. El camino va a ser el mismo que he hecho hasta ahora y en dos semanas tendréis que preguntarle al jugador", comentó.

Ya en la tertulia de Radio Marca, ofreció un primer esbozo de qué Betis pretende. "Sin balón tenemos que ser un equipo sólido, compacto, para poderlo recuperar con prontitud. Pero tenemos jugadores de calidad para jugar al fútbol y a mí siempre, desde que fui jugador, me gustó el buen fútbol y el trato a la pelota, porque soy de los que confío en en el buen fútbol para terminar ganando", se postuló Calderón, muy en esa tercera vía que se abrió en Argentina como alternativa a los extremos, el Menottismo y el Bilardismo, cuyo estandarte es Bielsa y su principal discípulo Martino.

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