El tercer equipo más goleado por el mal repliegue defensivo
Sólo los dos colistas, Rayo y Betis, han encajado más goles que el Sevilla, que lleva 41.
El Sevilla continúa séptimo, pero ha perdido el cómodo colchón de puntos que tenía sobre el octavo. El Valencia ya lo iguala a 31 puntos, mientras que Espanyol y Levante ya están a sólo dos. El goal average, curiosamente, mantiene a los de Emery por delante del Valencia en la hipotética última plaza europea, pese a que es el tercer equipo más goleado de la categoría, sólo superado por Rayo y Betis.
El Sevilla ha marcado 42 goles y ha encajado 41, mientras que el Valencia, próximo visitante en Nervión, lleva un balance inferior de 36-35. El análisis de estos datos invita a reflexionar sobre qué lugar de la clasificación depararía al Sevilla si ajustara mejor su sistema defensivo para evitar la continua sangría en contra.
Una cifra de 41 goles encajados es propia de equipos que luchan por no descender. El Almería, decimoquinto, iguala a los de Emery en esta cifra. Rayo y Betis tienen un balance muy inferior, 52 goles.
En sólo tres partidos el equipo de Emery ha encajado 10 goles y, si bien perder de forma abultada ante el Barcelona no es un accidente como para encender alarmas, máxime si el partido ha estado condicionado con alguna decisión arbitral errónea, que equipos tan poco goleadores como Levante y Málaga le hayan hecho tres de forma tan fácil sí es digno de análisis.
El Sevilla de Emery ha pasado de un extremo a otro. Durante la racha de ocho partidos sin perder, encajó seis goles. Este desfase tiene que ver con el cambio de estilo de Emery. Tras la victoria sobre el Villarreal, el técnico dijo que quería mandar más en los partidos con el balón y el holgado triunfo sobre el Getafe le dio la pista volver a una versión más alegre después de haberle dado solidez al equipo con dos medios defensivos.
La consecuencia de esa mayor alegría táctica es que no ha vuelto a ganar desde entonces. El Sevilla es un desastre en las transiciones ataque-defensa y no realiza bien la vigilancia en posiciones ofensivas. Al margen de que alinear a Gameiro como extremo derecho ante el Barcelona sea una frivolidad, que los azulgrana hagan tres goles de contragolpe ilustra sobre lo mal que defiende el Sevilla cuando, con muchos jugadores en el campo contrario, pierde la pelota. Así le pasó también en Málaga y ante el Levante. Por ese sumidero se le puede ir la opción europea.
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