También en tardes antipáticas (2-0)

Fútbol · Liga BBVA

El Sevilla mantiene su impecable línea en Nervión superando a Las Palmas en cuanto recuperó a sus mejores elementos.

También en tardes antipáticas (2-0)
También en tardes antipáticas (2-0)
Jesús Ollero, Sevilla

14 de febrero 2016 - 11:27

El Sevilla se deshizo sin grandes alardes de Las Palmas después de tener que recurrir a los pocos titulares que había reservado Emery ante la incapacidad para desbordar y para inquietar a Javi Varas. Fue salir Vitolo y Krohn-Dehli y cambiar todo, sobre todo ya con los dos en el campo. Resolvió y vuelta al sesteo, que febrero va a ser largo.

Después de la clasificación para la final de la Copa del Rey y con la Europa League en unos días, Emery no hace cambios sustanciales y apenas introduce a Reyes y Konoplyanka por Vitolo y Krohn-Dehli, más la salida de Coke (fuera de la lista junto a Llorente, de nuevo) y la vuelta de N'Zonzi.

La tarde, inquietante a pesar del sol con el que comenzó el partido, invitaba más al dominó y al tintinear del hielo que a cualquier otra cosa. Al punto que las gradas tardaron en poblarse, el silencio se apoderó del Pizjuán gran parte del primer acto y el equipo se contagió, contagió a la grada o viceversa, porque una salida aceptable dio paso a una indeterminación enorme que agigantó a Las Palmas cuando se veía que apretando un poco los canarios caerían en un porcentaje elevadísimo de los casos. El viento, a ratos potente, subrayaba la antipatía de la tarde.

Incluso, la gran ocasión de los primeros 45 minutos fue canaria, con una progresión de Jonathan Viera que no pudo tapar Banega, nadie cerró y su tirazo se fue al palo derecho de Sergio Rico. El Sevilla inquietaba a balón parado pero caía una y otra vez en el fuera de juego. Sin chispa, su circulación no iba más allá y su rápido y eficaz repliegue evitó un susto más serio de Las Palmas.

El Sevilla salió bastante más concienciado en la segunda parte. Las Palmas apenas cruzaba pero Javi Varas seguía sin tener presencia. La salida de Vitolo empezó a cambiar ésto y cuando se le sumó Krohn-Dehli el Sevilla zanjó la cuestión y amarró un nuevo triunfo en Nervión.

Un par de avisos mediante, Krohn-Dehli cede a Vitolo en el pico del área y el canario, con toda la tranquilidad del mundo, cede a Banega para que éste se quite con el cuerpo al único defensa que le inquietaba y la colara perfecta por mucho que Javi Varas consiguiera tocarla.

Corría ya el 69 y la impaciencia era palpable. Incluso, Las Palmas reclamó en el 72 una mano bastante clara de Cristóforo tapando un tiro franco de Tana, si bien el árbitro la consideró involuntaria, como a todas luces parecía.

La gran conducción de Krohn-Dehli y el pase de la muerte de Vitolo a Gameiro para el 2-0, en el 75, finiquitaban un partido trampa del cual el Sevilla salió sin daños y con la sensación de haberse exigido poco físicamente. A pesar del tedio obsequiado al respetable, el triunfo y la exigencia de febrero tapan cualquier detalle menor.

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