Un solar en la zona de enlace

Un campo de fútbol se puede dividir en cuatro zonas en la progresión de un equipo. La fase de inicio corresponde a la defensa, la fase de creación, aún en campo propio, se sitúa hasta la línea divisoria, mientras que en campo contrario encontraríamos una zona de finalización y una cuarta, intermedia entre la defensa y el ataque, que llamaríamos de enlace, que comprende la parte avanzada de la línea media hasta el comienzo de la zona de finalización, que se inicia unos metros por detrás del borde del área. El Sevilla prescindió en Vigo de la zona de enlace y fue la rémora que lo llevó a no controlar el partido y a acabar cediendo el centro el campo. Y lo hizo, más allá de la elección de futbolistas no habituales en el once (hasta ocho nuevos con respecto al jueves pasado), al encorsetarse en ese 4-4-2 con que también salió en Éibar.

Carcedo no recurrió durante el desarrollo a un futbolista como Banega, las líneas de pase no aparecieron y el equipo se partió.

DEFENSA

El doble pivote formado por Iborra y Krychowiak no estuvo casi nunca cómodo, sólo en una fase de la primera mitad. El trabajo de interiores con el que estaban llamados a ayudar Figueiras y Denis Suárez no apareció, sobre todo en el caso del portugués, y el Sevilla acababa eliminando a un jugador en fase defensiva al salir con dos puntas que podían catalogarse como puros que fijaban a los centrales rivales pero que obligaban al equipo a tener una fisonomía organizativa a la que no está acostumbrado.

Como en otros partidos ha ocurrido, casi siempre fuera de casa, ese retroceder de los medios centro acababa reflejándose en las dudas que genera Arribas, un central específico para el juego de fútbol directo al que apeló el once sevillista y que al final tampoco supo combatir.

ATAQUE

Hubo más salidas al pelotazo de lo habitual, aunque curiosamente el gol llegó en una exhibición de juego combinativo que se inicio en el lateral derecho, pasó por el lateral izquierdo y acabó finalizada por la derecha. Los movimientos de Aspas y Gameiro fueron muy buenos, pero al equipo le fallaron los interiores, ya que Coke y Navarro, pendientes de Arribas, tampoco se proyectaron aunque la izquierda sí se animó antes del descanso.

VIRTUDES

Alguna fase en la primera mitad.

TALÓN DE AQUILES

Sin rumbo cuando no está un jugador como Reyes o Banega.

UNO POR UNO

Sergio Rico: Otro buen partido, con intervenciones decisivas que evitaron lo peor.

Coke: Muy pendiente de Arribas, andaba acelerado y sin ayuda alguna de Figueiras.

Arribas: Le cuesta dominar el cuerpo y eso lo llevó a protagonizar un penalti que, si bien fue muy riguroso, debe aprender a evitar. Pudo hacer el 0-2 de cabeza.

Kolodziejczak: Charles creó mucha inseguridad y al francés se le notó inquieto.

Fernando Navarro: Genial su autopase en el gol. Luego cerró su banda sin alardes.

Figueiras: Ni con fortuna ni con actitud. Le encargaron una labor de interior que no supo entender. Ni en defensa ni en ataque.

Krychowiak: Siendo una pieza clave, hay días en los que su suficiencia le cuesta pérdidas. Se metió atrás y el equipo lo sufrió.

Iborra: Un partido gris tan lejos de su compañero más cercano por delante.

Denis Suárez: Comenzó sin sitio y sin saber con quién enlazar, pero se entonó en el tramo final de la primeta parte.

Iago Aspas: Vio huecos y dibujó movimientos efectivos con Gameiro. Gran visión de juego, pero condiciona el funcionamiento del equipo.

Gameiro: El mejor. Rápido, listo, certero, comprometido en el robo...

Bacca: Lo intentó sin suerte.

Aleix Vidal: No fue el salvador.

Vitolo: Enredado entre líneas.