El síndrome de los centrales

El otro partido. Real Sociedad-Sevilla

Grave lesión en el tendón de Aquiles de Andreolli, que podría estar un largo periodo de baja De Mateu a Krychowiak, el infortunio se cebó con el Sevilla

Tremoulinas, Xabi Prieto, Rami, Krychowiak y Agirretxe se interesan por el estado de Andreolli, que se duele tendido en el césped.
Tremoulinas, Xabi Prieto, Rami, Krychowiak y Agirretxe se interesan por el estado de Andreolli, que se duele tendido en el césped.
Eduardo Florido

22 de noviembre 2015 - 05:02

La lesión de Andreolli, de forma fortuita y sin que mediara el choque con ningún rival, ofrece el paradigma de este Sevilla que se va a meter en el mes de diciembre sin ganar fuera de casa en la Liga. Mönchengladbach se presenta como la negra amenaza para un equipo cuyo estelar proyecto se puede ir al traste antes de las Pascuas de Navidad si no enmienda su contumacia en seguir sin ganar como viajero. En Anoeta se produjo el síndrome de los síndromes. Todos los síndromes se reunieron como en un vórtice de infortunio para dar placidez al debut de Eusebio. Y la lesión del central italiano, que podría tener roto el tendón de Aquiles y estar de baja varios meses, abrió la caja del mal fario.

En el minuto 18, Andreolli cayó al suelo entre síntomas de un agudo dolor. Tuvo que ser sustituido por el tercer central sano de la plantilla, Kolodziejczak, y las primeras estimaciones apuntan a una lesión grave, que podría tener al italiano de baja entre cuatro y seis meses. La sombra de la rotura del tendón de Aquiles se apareció a la expedición sevillista en San Sebastián, donde el Sevilla ofreció un partido de ni fu ni fa, pero que no mereció perder ante un rival que era un flan.

"Tenemos que ser un poquito cautos en cuanto a las pruebas que realicemos mañana -explicó el doctor Alejandro Álvarez desde Anoeta-, pero hay una lesión en el tendón de Aquiles izquierdo. Tanto el gesto como la exploración posterior dejan pocas dudas de que hay lesión en esa zona. Para determinar cuántas fibras del tendón se han roto y cuántas pueden seguir realizando su función es para lo que hay que realizar la prueba diagnóstica". Las previsiones son feas, con lo que es más que posible que Unai Emery se quede de nuevo en cuadro en el eje de la zaga. En espera de que Carriço culmine su recuperación tras su recaída, sólo tendrá a Rami y Kolodziejczak, jugándose nada menos que el futuro no sólo en la Champions, sino en Europa. Porque perder en Mönchengladbach dejaría en manos del Manchester City el tercer puesto. El Sevilla debería ganar a la Juventus y esperar que los ingleses, ya con poco que jugarse, ganasen a los alemanes en la última jornada.

El equipo de Emery volvió a perder fuera de casa y enfila el peor curso a domicilio que se recuerda. Hay que irse muy atrás, quizá a algún año de descenso, para no encontrar ni un triunfo a domicilio antes del mes de diciembre. Desde el principio la tarde amenazaba galerna... Mateu Lahoz, quisquilloso con las faltas de los sevillistas, sancionó como fuera de juego una jugada de Immobile que terminó en gol. Y no quiso ver unas manos de Illarramendi que podrían haber sido sancionadas como voluntarias, pues si bien pega el brazo al cuerpo, escora la articulación hacia la dirección de la pelota con total intención.

El infortunio continuó en forma de ocasiones fallidas del Sevilla. Clarísimas, ya en la segunda parte, fueron las de Immobile y Vitolo. El equipo de Emery jugó a ráfagas, sin la exigible continuidad que habría hecho falta para terminar de derrumbar el manojo de nervios que era la defensa de la Real Sociedad. La necesidad les quitó precisión a los jugadores sevillistas en el área contraria... y también en la propia. Cuando una tarde tira a galerna en San Sebastián, no hay nada que hacer y el viento empezó a soplar más fuerte en contra del Sevilla en la segunda mitad. En medio de la mejoría aparente, Krychowiak terminó de torcerlo todo con dos despejes hacia atrás en cuatro minutos: 2-0 y a casa de nuevo con cara de tonto. Al Sevilla le falta algo como viajero, sangre, mala idea, concentración, suerte... En Alemania habrá de hallar ese algo como sea.

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