"Me siento importante y quiero seguir en el Betis"

Aunque el Betis ya no se juegue nada clasificatoriamente, Dani Giménez, tras su ostracismo en la Liga, está disfrutando ahora de minutos. El guardameta acata su rol a la perfección, al punto de que su suplencia ante Adán no lo moverá a pedir un cambio de aires; más bien, al contrario.

"Mi deseo es seguir, estoy muy contento y el club también conmigo. No sólo se trata de jugar, sino de la confianza recibida, también de los aficionados, y, a día de hoy, me siento un integrante importante de la plantilla", dijo ayer en sala de prensa el jugador, que añadió sobre su trabajo en la sombra: "Siempre fue así, intento sumar cada día. Tengo mi carácter, pero me respetan; cuando eres el primero que trabaja, que da consejos y aprieta, haces que los demás trabajen el doble. La gente ve que puedo ser un ejemplo para muchos".

Aunque puso por delante la famosa apostilla al uso, el portero vigués se mojó, y más de la cuenta, al hablar de la obligada renovación de la plantilla. "No es mi trabajo hacer o deshacer plantillas, pero traer a muchos jugadores y que se acoplen es difícil. Tenemos una buena base y hay que ir cimentando el equipo que queremos ser poco a poco. No hay que hacer locuras ni revoluciones, sino dar pasos firmes con jugadores que merezcan la pena y nos hagan ser mejores a los demás", aconsejó.

También habló sobre esos objetivos para el curso que viene en Primera. "No volver a bajar, pero no sólo el objetivo de la próxima temporada, sino de siempre. Debemos aprovechar el tirón que tienen el Betis y su afición. Por presupuesto y afición, nuestro lugar está entre los equipos de arriba en España", argumentó.

Otro asunto que abordó fue el de la bajada de brazos del equipo frente al Tenerife, que a él como guardameta le tocó sufrir. El gallego se muestra comprensivo. "Es entendible que no jugásemos a nuestra máxima intensidad. Había un equipo que jugaba con el corazón y eso nos metió el primer gol y luego no pudimos igualar ese salto de intensidad. Me enfado mucho porque quiero ganar siempre, hasta en los entrenamientos. Estoy seguro de que no va a pasar de nuevo esta semana y estaré apretándole las tuercas al que vea que no pone intensidad", prometió.

Y es que, además, el encuentro ante el Sporting es en Heliópolis y la grada, pese a al ascenso, difícilmente aguantaría un sainete sin mostrar su reprobación. "Debemos aprender de la semana pasada y saber que somos el Betis, que jugamos en casa. El objetivo está más que conseguido, pero la mala sensación que dejamos el otro día no puede repetirse. Si el Sporting tiene que ganarnos, que le cueste y se lo gane, no por dejadez nuestra, sino porque se está jugando la vida y sea mejor. La relajación no se va a dar en este caso, además, porque el aficionado no lo entendería y quiere irse contento, con buena imagen", dice.

El documental de Canal Plus El Betis, corazón abierto mostró la unidad del vestuario. "Hubo momentos difíciles que se superaron gracias a eso. El buen rollo y el ambiente han sido fundamentales: la facilidad de decirnos las cosas a la cara sin que la otra parte se lo tome a mal. Tras la llegada de Mel, el equipo dio un cambio de juego, pero esa unión estaba desde el principio", quiso recordar el guardameta vigués.