A la séptima fue la vencida

Eurobásket

España salda una deuda histórica al proclamarse por primera vez campeona de Europa, un logro menor al título mundial o las dos platas olímpicas que se le resistía pese a haber jugado antes hasta seis finales

Efe / Madrid

21 de septiembre 2009 - 07:04

España se proclamó por primera vez campeona de Europa y saldó una deuda histórica después de haber perdido seis finales de esta competición. Al vigente campeón del mundo tras ganar en Japón 06, le falta tan sólo ahora el oro olímpico tras las platas obtenidas en Los Ángeles 84 y Pekín 08.

La singladura internacional del baloncesto español en competiciones internacionales comenzó el 15 de abril de 1935 cuando derrotó a Portugal. Ese año, conquistó su primera medalla de plata en el Europeo de Ginebra, tras perder frente a Letonia (24-18).

Después de nueve ediciones del torneo continental para el que España no consiguió plaza y con claro dominio de los países del Este (URSS y Checoslovaquia) y Francia, fue decimoquinta en el Europeo de Estambul 1959 y mejoró dos posiciones en Belgrado 1961.

En esa época, destacó su debut en competición mundialista en Argentina 1950 (novena) y el oro de los Juegos Mediterráneos de Barcelona 1955, con victoria en la final sobre Italia, por 101-89.

En 1960, con el entrenador Eduardo Kucharski, que había sido uno de los mejores jugadores históricos nacionales, disputaron sus primeros Juegos Olímpicos en Roma, España fue decimocuarta.

Luego llegó el séptimo lugar en el Europeo de Polonia 1963 y el decimotercero de URSS 1965, el único con Pedro Ferrándiz en la dirección del combinado nacional.

Comenzó entonces la larga etapa de Antonio Díaz Miguel al frente de la selección, de 1965 a 1992. Contó con jugadores de la talla de Emiliano, Nino Buscató o Vicente Ramos, y el baloncesto español vivió su primera edad de oro.

España fue décima en el Europeo de Finlandia 1967, séptima en los Juegos Olímpicos de México 1968 y quinta en el Europeo de Italia 1969.

Los años setenta, en los que destacaron Corbalán, Cabrera, Rullán o los nacionalizados Brabender o Luyk, se iniciaron con la undécima posición en los Juegos de Múnich y la medalla de plata del Europeo de Barcelona 1973, cuando España logró la proeza de derrotar por vez primera en su historia a la Unión Soviética, aunque perdió la final frente a Yugoslavia (65-59).

Completó el palmarés con el quinto lugar en los Mundiales de Puerto Rico 1974 y la cuarta y sexta posición en los Europeos de Yugoslavia 75 e Italia 79, respectivamente.

Arrancó la década de los ochenta con el cuarto lugar en los Juegos Olímpicos de Moscú 80, con la sola ausencia destacada de EEUU y en la que los anfitriones privaron a los españoles de la medalla. Dos años después repitieron ese mismo puesto en los Mundiales de Colombia.

La selección ganó luego la plata europea en Francia 1983 y fue finalista en los Juegos de Los Ángeles 1984, perdiendo esa final con los anfitriones (65-96), entre los que se encontraba un joven Michael Jordan.

Después de la quinta posición en los Mundiales de España 1986 y de caer dos años después hasta el octavo lugar en los Juegos de Seúl, España completó su actuación internacional con tres cuartos lugares en los Eurobasket de 1981, 1985 y 1987, y el quinto en el de 1989.

Pese a seguir en la élite mundial, la selección tuvo una agria primera mitad en los noventa, que se saldó con el décimo puesto en los Mundiales de Argentina 1990 y Canadá 1994, el noveno en los Juegos de Barcelona, que a su vez marcaron la salida de Díaz Miguel del banquillo y su sustitución por Lolo Sainz, y por último, quedar fuera de los metales en los sucesivos Europeos, salvo en Roma 1991, donde España fue tercera.

Pero el combinado nacional hispano recuperó el puesto perdido a partir del Mundial de Grecia 1998, en el que fue quinta, y el Europeo de Francia 99, donde logró la cuarta plaza.

Con la llegada del técnico Javier Imbroda se produjo un relevo generacional y la incorporación progresiva de los júniors de oro, que en 1999 se habían proclamado campeones del mundo en Lisboa, frente a EEUU. Los primeros que dieron el salto a la sénior fueron Juan Carlos Navarro, Raúl López, Pau Gasol y Felipe Reyes. Y los resultados no se hicieron esperar: bronce y plata continental en Turquía 2001 y Suecia 2003, respectivamente, quinto puesto en el Mundial de Estados Unidos 2002 y la medalla de oro en el Mundial de Japón 2006, donde los júniors de oro, con la dirección de Pepu Hernández, fueron la base de un equipo en el que también figuraban veteranos como Garbajosa o Carlos Jiménez; y más jóvenes, como Sergio Rodríguez o Rudy Fernández.

El Europeo de 2007, disputado en España, fue un jarro de agua fría: Rusia venció en la final de Madrid por un sólo punto (60-59) y tras conseguir su última canasta a dos segundos de concluir el encuentro y no querer entrar el posterior tiro de Pau Gasol. Hasta que llegó el día de saldar la gran deuda histórica: la corona europea.

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