Sin rubor para remangarse

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El Slovan Liberec ya demostró en su propio feudo que no se avergüenza por darle el balón al contrario La baja de su portero titular, serio hándicap

Los jugadores del Slovan Liberec se disponen a entrenarse en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán.
Los jugadores del Slovan Liberec se disponen a entrenarse en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán.
Eduardo Florido

07 de noviembre 2013 - 05:02

Bien haría Unai Emery, no sólo por lo que se juega en cuanto a imagen, en tomarse en serio el partido de hoy por mucho que el Slovan Liberec no sea más que un grupo de voluntariosos futbolistas que fundamentan sus prestaciones en la solidaridad y el orden. El Udinese ya sabe lo que es llevarse una sorpresa gorda con el equipo checo, que fue capaz de hacer tres goles en Udine en la ida de los play off de la Liga Europa para terminar la faena en casa. En su feudo, el grupo dirigido por Jaroslav Silvahy ya demostró que no tiene rubor alguno en remangarse para minar su campo y tratar de sorprender aprovechando las contadas gotas de talento de su plantilla. Pero en la situación actual del Sevilla, este escueto resorte puede suponer una espoleta idónea para una explosión de incalculables proporciones. Emery tiene que imaginar una escena en la que su equipo se puede topar con una horma peligrosa, un equipo encerrado sin presión alguna.

No es un rival que meta miedo, pero si el Sevilla se parte en dos, como viene sucediendo, el contragolpe de los checos puede ocasionar algún disgusto importante. Llega, no obstante, el Slovan muy condicionado por la baja de su meta titular, expulsado por derribar a Bacca. Hrosso, en los escasos minutos de que dispuso, dejó en el aire muchas dudas. Probarlo desde el inicio será una de las premisas del Sevilla.

SIN BALÓN

Sobre una línea de cuatro defensas más otra de cinco futbolistas por delante, el Slovan Liberec ya demostró hace dos semanas que puede obturar muchos caminos si el Sevilla está falto de imaginación o de fuelle. Los laterales se preocupan más de fijar a sus pares que de proyectarse y en zapa Silhavy acumula a varios hombres por dentro para tejer un entramado disciplinado y correoso al que ayudan los falsos extremos. Husek o el corpulento Sackey y Pavelka abarcan bastante campo a la hora de presionar y realizar ayudas en los flancos, mientras que Sural y Delarge tienen físico para desdoblarse en la tarea de destrucción alrededor de Rybalka. El único hombre más liberado en la presión es Rabusic, aunque también está atento a la circulación del balón de la defensa contraria.

CON BALÓN

Conducir poco, arriesgar poco el balón y combinar rápido para trasladarlo a posiciones de ataque es la idea fundamental. El Slovan construye desde el robo o desde el juego directo en busca de su nueve, y así, en un balón dividido que ganó Sural a los medios del Sevilla para que Rybalka habilitara a Rabusic al primer toque, fue como horadó la portería del Sevilla. La fluidez de ese rápido contragolpe pasa por el talento de Rybalka para conectar con pocos toques con Delarge, el otro jugador con más proyección ofensiva, o el propio Rabusic. El equipo de Silvahy llega con pocos efectivos, pero eso no quiere decir que no sea profundo.

LO MEJOR

Conocimiento exacto de sus limitaciones, falta de presión y coordinación de los movimientos.

LO PEOR

Plantilla escasa de talento, empezando por el meta que jugará hoy.

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