Los retos de Emery en 2014

El técnico, que cumplirá un año con la irregularidad como nota, debe lograr la meta europea mejorando la posesión y procurando que lo extradeportivo no afecte

Unai Emery, sonriente, con un muñeco para una sesión táctica.
Unai Emery, sonriente, con un muñeco para una sesión táctica.
Eduardo Florido Sevilla

30 de diciembre 2013 - 05:02

Con el palo copero frente al Racing y con una victoria de prestigio en El Madrigal. Así terminó el año el Sevilla de Unai Emery y sólo esos dos partidos resumen la trayectoria de su equipo desde que cogió sus riendas el pasado 15 de enero de 2013. El técnico vasco debutó nada más aterrizar en la Copa del Rey con un 0-0 en Zaragoza y tres días después volvió a empatar a domicilio en Liga, en Getafe (1-1). El próximo 15 de enero se cumplirá un año desde su llegada y a partir de hoy, con la vuelta del equipo al trabajo, afronta ya los retos del año entrante. Un 2014 que llega con aristas institucionales pero también con la esperanza de una mejoría fundamentada en la solidez de un equipo que busca la regularidad.

En este año corto al frente del Sevilla, Emery ha tenido una trayectoria de sierra. Ahora, en la Liga, está en un pico alto, tras zanjar la herida copera con el triunfo en el Madrigal que colocó al Sevilla séptimo para despedir 2013.

Precisamente esa posición es la que ocuparía su equipo desde que se hiciera con el mando en la primera jornada de la segunda vuelta del curso pasado. Emery debutó con el Sevilla en la jornada 20 y en la hipotética clasificación de estas 36 jornadas ligueras -faltan dos para la primera vuelta-, su equipo sería séptimo, con 54 puntos, por detrás de Barcelona, Real Madrid, Atlético, Real Sociedad, Ahtletic y Valencia. Más o menos estos rivales tendrá en la segunda vuelta, con el invitado inesperado de un Villarreal recién ascendido en lugar de un Valencia que es una incógnita tras el relevo de Pizzi por Djukic, para intentar lograr el objetivo fijado, que no es otro que un puesto al sol de Europa.

Con ese hipotético séptimo puesto que arroja su etapa sevillista hasta ahora no le daría para la meta buscada, a no ser que alguno de los equipos que se clasifiquen para la Champions gane la Copa, con Barça, Atlético y Real Madrid como claros candidatos a dejar un hueco más... Pero Emery no quiere agarrarse a una nueva entrada en Europa por la puerta de atrás y sí aspira a algo más.

En el vestuario se ha instalado la idea ambiciosa de luchar por el cuarto puesto, que ahora está en poder del Athletic, siete puntos arriba. Aunque ese mismo vestuario también es consciente de que el Sevilla, como club, afronta una nueva andadura de ignoto destino tras la salida de la escena de Del Nido, el hombre que ha llevado hasta ahora con pulso firme la nave. Pese a la promesa de continuidad de José Castro en cuanto a lo institucional, a los jugadores no se les escapa que puede haber marejadilla. "Con resultados lo extradeportivo quedará al margen", afirmó Iborra en la entrevista que publicó este domingo Diario de Sevilla. Y para que lleguen los resultados el equipo de Emery, tras el giro de su idea de juego hacia un fútbol más sólido y pragmático, debe mejorar mucho en otras facetas, como la excesiva dependencia de Rakitic y la pérdida de posesión de balón.

La renovación del líder del equipo es otro asunto con aristas que ha de saber sobrellevar Emery. Sin la capacidad seductora de Del Nido, su renovación no va a ser sencilla y esto puede desembocar en otro debate expuesto a la opinión de un sevillismo menos obediente y más tendente a la contestación. Además, el técnico vasco también debe dar con el equilibrio de las rotaciones cuando vuelva la Liga Europa en febrero. Al Sevilla ya sólo le vale mirar hacia arriba. Si baja los brazos, los objetivos se diluirán, y con ellos la opción de que Emery se agarre a su puesto al final de curso, ya que en enero de 2013 firmó por año y medio. Su reto personal también será éste: convencer a la nueva cúpula de que es el hombre idóneo para continuar al frente del equipo.

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