Entre el respeto y las obligaciones
El club no quiere presionar a Arzu, Fernando Vega o Goitia, pero necesita sus salidas · El tema de Nelson, más factible.
El mensaje lanzado por los administradores concursales a la dirección deportiva ha sido claro, anteponiendo la necesidad de aligerar la plantilla antes de acometer más fichajes. Con las cinco incorporaciones realizadas hasta el momento -Fabricio, Chica, Mario, Matilla y Jefferson Montero-, más la inclusión de jugadores del filial como Juan Calahorro o Damián, renovados con ficha del primer equipo si finalmente se quedaran en Heliópolis, el Betis cuenta con 29 jugadores, a los que habría que sumar los cinco o seis canteranos que Pepe Mel pretende llevarse a la pretemporada, lo que provoca un auténtico overbooking de cara a la inminente vuelta al trabajo.
Tanto la dirección deportiva como Mel tienen claro que jugadores como Arzu, Fernando Vega, Goitia, Juande, Rodri, Toni o Nelson deben buscarse su futuro lejos de Heliópolis, aunque, por ahora, todos siguen perteneciendo a la entidad verdiblanca. Incluso por otros, como Emana o Jonathan Pereira, también se escucharían ofertas, aunque siempre y cuando las mismas supusieran una buena cantidad de dinero para reinvertir en el equipo.
La prioridad en estos momentos es encontrar acomodo a esos futbolistas que no entran en los planes del nuevo proyecto para Primera, aunque no todos los casos son iguales. Así, jugadores como Rodri o Toni conocen que ni siquiera tendrían la oportunidad de reivindicarse en la pretemporada. Otros, como Juande, también son conscientes de que su futuro no pasa por el Betis y su agente se encuentra moviéndose en el mercado para encontrarle algún equipo. Más complicados son los asuntos de Arzu, Fernando Vega o Goitia, quienes poseen altas fichas y varios años de contrato con la entidad verdiblanca, pero que no entran en los planes del entrenador. Mel siempre ha elogiado el comportamiento de todos ellos durante la pasada temporada, aunque lejos del terreno de juego, por lo que desde el club no se les quiere presionar para una salida por la puerta de atrás. El problema radica en que el Betis necesita la salida de varios jugadores cuanto antes, tanto para llegar a la pretemporada con una plantilla más corta como para poder afrontar nuevas incorporaciones.
Un caso diferente es el de Nelson. La dirección deportiva bética no cuenta con el lateral caboverdiano por petición de Mel, pero sí se pretende obtener una cantidad de dinero por su traspaso, a la vez que evitar su alta ficha cercana al millón de euros. En último caso, el club maneja la posibilidad de volver al ceder a Nelson, con lo que el ahorro de sus emolumentos estaría garantizado, lo que permitiría prácticamente financiar las tres últimas incorporaciones realizadas.
La salida de Emana, por ahora, está parada, aunque al Betis sí ha llegado el interés de varios equipos por conocer su precio de salida, sobre todo desde la Premier, aunque el Galatasaray, que ya lo pretendiera la temporada pasada, también se encuentra al acecho. En el club se tiene claro que se aguantará a Emana hasta que llegue una oferta importante, aunque el tiempo pasa y la necesidad de hacer caja empieza a provocar los primeros nervios. El tema de Jonathan Pereira es más complicado. El gallego entra en los planes de Mel, pero éste tampoco se opondría a una venta si la oferta es importante. "Si sale del Betis, sería al Celta", dijo ayer su agente, aunque parece más un guiño al equipo de su tierra que una posibilidad real.
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