Un repentino miedo al balón
valencia - sevilla · informe técnico
Errores propios en la posesión -en salida, en robos...- hunden al Sevilla.
Extrañamente -convendría buscar las causas-, el Sevilla ha perdido en el breve intervalo de cuatro días su confianza con el balón. De manera repentina, una especie de miedo a la posesión no sólo impide al equipo de Emery proyectarse, sino que acaba arrinconándolo frente a rivales que no hacen mucho más que él para someterlo. Ocurrió en Cornellà y pasó en Mestalla, donde una vez más los errores propios minimizaron lo planteado hasta tal punto de que arruinó cualquier intención de juego. Robos que acababan volviéndose en contra (como el de Deulofeu en el tercer tanto del Valencia), patadones de Pareja o de un Beto que recordó en algún momento al del primer tramo de la temporada pasada, cuando arriesgaba tanto sacando el balón entre los centrales, imprecisiones de Iborra y Krychowiak... hasta la estrategia a favor acababa en el área propia, como en el segundo tanto del Valencia, en el que las vigilancias defensivas estuvieron desastrosamente ejecutadas.
Defensa
El Sevilla ayer tenía que defenderse del propio Sevilla, pues, en general, los de en esta ocasión de azul llevaron el peso en más fases del encuentro del que pudo reflejar un resultado como el 3-1. El sistema defensivo sufre en dinámica de juego, cuando se producen transiciones, más que en defensa organizada. ¿Puede ser desconfianza? Quizá tenga que ver más con que el equipo no está acostumbrado a que la posesión se pierda con tanta facilidad y le cuesta reorganizarse a gran velocidad.
La sorpresa fue Figueiras en el lateral izquierdo por la acumulación de partidos de Fernando Navarro, contrarrestando Emery el déficit defensivo con la vuelta de Krychowiak para barrer esa zona.
Ataque
Será casualidad o no, pero ha coincido cierta pérdida de confianza en la posesión propia con la salida de Reyes del equipo por lesión en la primera mitad del Espanyol-Sevilla de Copa. Banega llevó el peso con acierto y tuvo personalidad, pero recibió muy pocas ayudas en la función de mandar en el juego. Vitolo se le escondió, los pivotes no se proyectaron y lo de Deulofeu, incisivo, eran conducciones individuales hasta que se quedó sin reservas de glucógeno. El catalán, además, estuvo desconocido en el golpeo a balón parado.
Virtudes
En general, el Sevilla fue a hacer daño al Valencia y sabiendo dónde debía hacerlo. Los de Nuno no estuvieron cómodos y eso fue mérito de un equipo que asustó y que pudo meterse en el partido con el 2-2 si Bacca no hubiera fallado.
Talón de Aquiles
Errores propios, de carácter individual (el penalti de Diogo, el segundo penalti de Bacca, la entrega de Beto...) o colectivo (las vigilancias, las salidas de balón...) hundieron a un Sevilla que otra vez acabó limitado por ir a remolque con los cambios. Con Krychowiak lesionado y jugadores como Deulofeu o Banega sin fuerzas, a Emery le faltaban cambios. El jueves lesión de Reyes, ayer Pareja...
Uno por uno
Beto Otra vez ese balón entre los centrales... Un defecto que parecía corregido, aunque tuvo que ver el pase atrás que recibió.
Coke Se entregó siempre y sufrió más en transiciones.
Pareja Abusó del pelotazo a veces y su lesión condicionó el planteamiento.
Carriço No le vienen bien partidos de ida y vuelta.
Figueiras Irresponsable e inocente en el penalti, luego mejoró mucho, arriba y abajo.
Iborra Muy impreciso en el pase, como en Cornellà.
Krychowiak Sería una pésima noticia que se cayera. Echó de menos a alguien al que dársela.
Deulofeu Inquieta, pero su físico se va resintiendo por acumulación de esfuerzos en fase anaeróbica. En uno de sus fuertes, el golpeo, impreciso.
Banega Se ofreció siempre.
Vitolo Lo confirmó, no está fino.
Bacca Tirar dos penaltis en un partido obliga a un esfuerzo mental extra en un momento clave. Y en sólo 4 minutos...
Denis Suárez Intentó unir.
Gameiro Un buen desmarque.
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