La rémora de defender sin balón

Hay teóricos del fútbol que equivocan, por no querer salir del simplismo, los conceptos. Para ellos, un equipo defiende cuando no tiene el balón y ataca a partir de que lo recupera. Todo lo que no sea eso no existe desde su inmovilismo, olvidando que un equipo puede defender con la pelota y atacar sin ella. O si no, ¿qué hace un equipo cuando en los minutos finales se va al córner a mantener la posesión hasta que pite el árbitro? Defender. ¿Y qué hace un equipo cuando presiona arriba la salida del contrario? Atacar.

Al Sevilla de Unai Emery, en un escenario en el que es fundamental defender bien, le faltaron las piezas para hacerlo como lo hizo, por poner un ejemplo reciente, en el Camp Nou ante el Barcelona. Sin jugadores como Banega, N'Zonzi, Krohn-Dehli, Vitolo o Reyes hasta que salió... los nervionenses no pudieron jamás tener el balón en su poder -ya fuera para atacar o simplemente para defender-, con lo que el Real Madrid encontró infinidad de facilidades para hacer sangre en un sistema defensivo también muy cogido con alfileres, con dos pivotes al que el ritmo los superaba constantemente y dos centrales apabullados por el frenesí del rival, los errores propios y los de sus compañeros.

Así y todo, el Sevilla pudo estirarse algo cuando Emery corrigió esta incapacidad para alargar mínimamente las posesiones con la entrada de Reyes, quien aguantó algo el balón y buscó a un pundonoroso Gameiro en una isla desierta. Las decisiones arbitrales hicieron el resto para frenar el mínimo atisbo de lo que ya de por sí era difícil.

DEFENSA

El sistema defensivo sufrió muchísimo. Aunque a bote pronto podía llamar la atención la presencia de dobles laterales en las bandas, bastaba profundizar si a Diogo Figueiras se le puede considerar lateral... La realidad fue que las alas fueron un foco muy claro de ataque para el Real Madrid. Imaginar, por ejemplo, cómo hubiera defendido Vitolo su costado comparado con cómo lo hizo Figueiras es tan revelador como entender que a los medios centro les costó mucho frenar las acometidas locales. Si a Cristóforo ya le cuesta ante rivales fuertes y veloces, a Krychowiak se le hizo muy largo el partido. Sin ritmo para llegar a ningún cruce, el déficit de esta pareja, unido a todo lo acarreado desde las bandas, convirtió a los centrales en dos muñecos de pim, pam, pum. Siempre al desnudo, Rami y Kolodziejczak cometían un error tras otro, con y sin balón.

ATAQUE

Con posesiones muy cortas y problemas en la recuperación, el Sevilla apenas tuvo el balón en la primera mitad, en la que, además, tuvo muchas pérdidas en fase de iniciación. Con la entrada de Reyes, buscando el centro, el nivel de control pudo equilibrarse. Con el utrerano el Sevilla logró estirarse y consiguió en alguna ocasión acercar el juego a zonas a las que podía llegar Gameiro, aunque éste se topó con un central muy veloz como Varane.

VIRTUDES

Pese a las dificultades, las bajas, llegó a meter miedo al Madrid.

TALÓN DE AQUILES

Un desastroso sistema defensivo.

UNO POR UNO

Sergio Rico Evitó una goleada mayor y mantuvo al Sevilla en el partido muchos minutos.

Coke Aturrullado. Figueiras parecía atacarlo a él más que ayudarlo. Luego en el centro hizo lo que buenamente pudo.

Rami Parecía no saber de dónde venían las balas. Fallón y sin ninguna muestra de autoridad.

Kolodzejcziak Perdió balones en fase de iniciación y casi todos los cuerpo a cuerpo con Bale, Benzema o Cristiano...

Tremoulinas Algún centro de mérito pese al tapón que encuentra con Escudero, pero desbordado en defensa.

Figueiras Está muchos, pero muchos, escalones por debajo de la plantilla.

Krychowiak Muy lejos de tener un mínimo de ritmo de competición, se le hizo muy largo el partido.

Cristóforo Incapaz ante la velocidad de balón y rivales.

Escudero Metió algún balón bueno, en la estrategia y en juego, y lo intentó en defensa, pero a veces se lió él solo.

Iborra Esta vez le costó moverse en esa zona.

Gameiro Su lunar, ese penalti que hubiera dado mucho aire al partido. Sin embargo, corrió, robó, marcó y estiró al equipo.

Reyes Con él, el Sevilla tuvo más el balón y pudo salir algo. Suyo el origen del 1-1 anulado.

Juan Muñoz Impreciso.

Mariano Ineficaz arriba y abajo.