El remate del campeón

Todo está en marcha. El regreso de Unai Emery a la dinámica de entrenamientos del grupo tras asistir al entierro de su padre en Fuenterrabía marca el pistoletazo de salida para preparar un partido grande en el Sevilla, el choque que tiene ilusionada a toda su afición. Tras el estallido de locura el pasado jueves en el Sánchez-Pizjuán, el último esfuerzo es necesario y en el vestuario en el que se visten a diario estos profesionales junto a la carretera de Utrera las confianzas no tienen cabida a pesar de que el 3-0 de ventaja sobre la Fiorentinta es contundente.

El viaje a Florencia marca el objetivo más inmediato, acabar el trabajo y, entonces, sólo entonces, pensar en la final de Varsovia. El entrenador, que centraba todas las miradas en la vuelta a los entrenamientos del equipo tras disfrutar del lunes de descanso, era el primero en marcar el paso en el trabajo. "Ya en Sevilla. Muy agradecido por vuestros ánimos y con ganas de reencontrarme con el equipo. El reto del jueves nos tiene muy ilusionados", expresaba el entrenador sevillista a sus aficionados a través de una de las redes sociales antes del trabajo con el equipo.

Con la mente aún en los días pasados en su tierra en el doloroso trance pasado junto a su familia que le impidió dirigir al Sevilla ante el Celta en Balaídos, a Emery no le queda más remedio que resetear y poner los cinco sentidos en el choque ante la Fiorentina y en el viaje a partir de esta mañana (9:00, salida desde el Aeropuerto de San Pablo) a tierras italianas. El técnico contó con el apoyo del presidente, José Castro, y el subdirector general deportivo, Monchi, como representantes del club en la despedida de su progenitor, que fue portero del Deportivo de La Coruña.

Las ganas de toda la plantilla eran palpables este martes en la sesión de trabajo y la concentración es máxima. No hay distracciones, no hay confianzas, toda la plantilla está en máxima alerta y el entrenador se prepara para disponer de su mejor once para rendir visita al Artemio Franchi, donde la Fiorentina saldrá con la ventaja de una motivación extra por su ilusión de obrar el milagro y firmar una remontada histórica. Con eso tiene que saber jugar un Sevilla que no es nuevo en esta competición, que es el campeón y que tiene más experiencia que su rival.

Los jugadores saben lo que tienen entre manos. Impermeables de momento al ambiente de euforia que se pueda vivir fuera de la zona de entrenamiento, el grupo trabaja y trabaja concienciado en no dejar un detalle a la improvisación.

"Todos sabemos lo que pasó el año pasado en Valencia. No hay que confiarse porque en cualquier momento te pueden hacer un gol, pensar que puede haber sangre y pueden ir a por la eliminatoria". Así se expresaba este martes uno de los capitanes, el lateral derecho Coke, portavoz del sentir de la plantilla.

El madrileño incidió en que el equipo no puede caer en exceso de confianza. Pese al resultado, su mensaje en los medios del club va encaminado a evitar por todos los medios que la Fiorentina pueda tener alguna opción durante el partido, si bien recuerda que es un gran equipo y que, evidentemente, ante su público y obligado a remontar, generará problemas en el sistema defensivo del Sevilla. "En Europa las hemos tenido de todos los colores, creo que el equipo se encuentra en un gran momento y que fuera de casa ha dado la talla, que se repliega bien, que defiende junto y que a la contra está haciendo mucho daño. El equipo sabe lo que tiene que hacer. Tiene que salir sin confiarse y a jugar nuestro partido. Serán noventa minutos muy largos. Hay que hacer las cosas muy bien. A pesar de ganarles 3-0, la Fiore hizo una gran primera parte, tuvo dos o tres ocasiones claras de gol… así que vamos a respetar mucho al rival, que se ha ganado estar ahí, que ha ganado a equipos muy importantes", incidió el ex futbolista del Rayo Vallecano.

Coke espera que el Sevilla culmine el trabajo y haga feliz a la afición metiendo al equipo en la final y teniendo la oportunidad de ganar un cuarto título de un torneo en la que ha logrado mucha gloria en la última década: "Es una semana especial para todos, en la que se ve que el trabajo de toda la temporada hace que tanto la afición como los jugadores sintamos una alegría inmensa por estar ahí y ojalá que después del partido nos sintamos las personas más felices del mundo".

El lateral terminó describiendo sus sentimientos como profesional ante situaciones como las que el Sevilla le ha brindado la oportunidad de vivir. "Nos van a hacer sudar, nosotros a ellos igual… Son momentos históricos a nivel de club, en tu carrera profesional, personal… Le damos muchísimo valor a esta competición y ahora se están viendo los resultados".

Todo está preparado. La temporada está en noventa minutos y empieza la cuenta atrás.

A Florencia con los 22 disponibles y tres porteros incluido Beto

El cuerpo técnico sevillista hizo pública este martes la lista de jugadores que viajan hasta tierras italianas, una relación con los 22 futbolistas que tiene Unay Emery disponibles. Entre ellos se encuentra el portero Beto, ausente en las últimas convocatorias tras recaer de la lesión en el hombro que lo frenó en seco en el mes de febrero. Junto a Sergio Rico y Barbosa, el portugués pugnará por uno de los dos puestos en el acta del partido ante la Fiorentina. Coke, Diogo Figueiras, Fernando Navarro, Tremoulinas, Carriço, Arribas, Kolo, Krychowiak, Mbia, Iborra, Banega, Vitolo, Denis Suárez, Reyes, Aleix Vidal, Deulofeu, Iago Aspas, Gameiro y Bacca completan la expedición. Se quedan fuera Pareja y Cristóforo.