El reloj de Pellegrino

El Alavés visita el Ramón Sánchez-Pizjuán con el objetivo de seguir con la buena línea que está mostrando desde que comenzó la temporada. Mauricio Pellegrino, que llegó al banquillo en lugar de José Bordalás, el técnico del ascenso a Primera, ha comenzado un proyecto que ha sufrido una profunda reestructuración, con 19 incorporaciones que conforman un plantel joven y, a la vez, con experiencia. Además, el técnico argentino, que militó en las filas del conjunto de Mendizorroza en su etapa como futbolista, ha dotado al Alavés de un estilo de juego definido, donde predomina el orden.

Los pupilos de Pellegrino conforman un bloque que intenta dejar muy pocos espacios al rival, que toca bien la pelota gracias a Marcos Llorente, el principal baluarte en la medular, y que al contraataque suele crear mucho peligro, teniendo su punto más débil en el eje de la defensa. A esto hay que sumarle el buen hacer del meta Pacheco, criado en la cantera del Real Madrid, que está ofreciendo un rendimiento alto en los seis partidos de Liga que se llevan disputados.

SIN BALÓN

El reloj de Pellegrino siempre está en hora. Su equipo funciona con una coordinación máxima, y cuando no tiene la pelota bascula a la perfección sin presionar demasiado, esperando el fallo del rival o presionando en el centro del campo para robar y salir rápido a buscar la portería rival. Manu García o Krsticic suelen acompañar a Marcos Llorente a la hora de crear y destruir, buscando siempre a Edgar, Camarasa e Ibai, que suelen jugar en la mediapunta, para culminar, con la ayuda de Deyverson, la referencia en ataque, los veloces contraataques.

El principal problema del Alavés se encuentra en la defensa, pues los rivales suelen aprovechar los huecos que deja Kiko Femenía cuando sube al ataque, en el costado derecho de una zaga en la que Laguardia y el veterano Alexis, que regresa a Nervión, no acaban de mostrarse seguros, alternando buenos partidos con otros menos brillantes.

CON BALÓN

La idea del Alavés cuando tiene la pelota es clara, pues intenta tocar en el centro del campo, sin arriesgar, para buscar el pase perfecto a las bandas y a la espalda de la zaga adversaria con el fin de aprovechar la velocidad y pegada de sus hombres de arriba, como se vio, por ejemplo, en la victoria ante el Granada, destacando el buen trabajo de Edgar.

Además, Pellegrino tiene en la recámara a otros interesantes futbolistas, como el veterano Toquero, el joven centrocampista ofensivo colombiano Dani Torres -pieza clave en Independiente de Medellín- y el lateral zurdo Theo Hernández -procedente del Atlético de Madrid-, entre otros.

LO MEJOR

El Alavés nunca se descompone, se muestra siempre como un oponente incómodo que suele estar muy bien plantado en el terreno de juego. Los resultados lo avalan. El equipo de Pellegrino protagonizó la proeza de ganar en el Camp Nou y empatar en el Calderón.

LO PEOR

La defensa no acaba de ser fiable y suele conceder casi siempre ocasiones claras al rival.