Cinco refuerzos suman menos de 800 minutos
El Sevilla ha alcanzado esta temporada su presupuesto más alto en la historia del club (100,2 millones de euros) por la alta inversión en una plantilla que cuesta, sumando nóminas en bruto y amortizaciones por traspasos, 89,5 millones de euros. Y esa gran apuesta, a la vista está, no está dando todos los frutos deseados. Son llamativos los casos de Konoplyanka y Llorente, pero al menos entre los dos han hecho 15 goles en todas las competiciones, 8 el ucraniano y 7 el riojano. Su aportación está lejísimos de las enormes expectativas que levantaron en agosto, pero juegan.
No se puede decir lo mismo de casi media docena de refuerzos, casi la mitad de los realizados entre verano e invierno. Cinco de los fichajes no llegan siquiera a los 800 minutos, si bien hay que matizar que Andreolli (734 minutos/9 partidos) era un fijo en la defensa antes de romperse el tendón de Aquiles. Immobile, la otra gran inversión, salió cedido ya que no ofrecía el nivel esperado (687/15, 4 goles). Kakuta (189/5) fue traspasado al fútbol chino, mientras que Fazio (373/5) parece que tiene vedado jugar en Nervión y Figueiras (107/3) es una incómoda chinita en la bota de Emery, que lo acogió obligado por las circunstancias.
En el lado contrario están Rami, el refuerzo que más juega (40 partidos y 3.656 minutos), sólo superado por Kolodziejczak, Krohn-Dehli y N'Zonzi, los tres únicos fichajes con sitio fijo en el once titular del Sevilla actual.
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