Sin rastro de aquel hermético sistema defensivo de Favre
Sevilla - Borussia Mönchengladbach · el rival
En cuatro jornadas, el Gladbach encaja ya casi la mitad de goles que la pasada liga.
Para quienes estén sorprendidos por las dificultades para arrancar este ejercicio del exitoso Sevilla de Emery está el mejor ejemplo en el Borussia Mönchengladbach. De pétreo rival, al que costaba una enormidad generarle ocasiones de gol, a una verbena en las cuatro primeras jornadas de la Bundesliga, del que es colista con cero puntos recién goleado en su estadio por el Hamburgo (0-3).
Nadie se explica la estrepitosa involución del equipo de Lucien Favre, quien logró convertir la temporada pasada al Borussia en una roca (recibió 25 goles en toda la campaña) cuando en cuatro partidos ya lleva encajado casi la mitad, 11. Fallos defensivos, de coordinación, de concentración... han llevado a los germanos a firmar el peor arranque liguero de toda su historia. Si la temporada pasada tuvieron que pasar 14 jornadas para que recibiera 11 goles y perdería 6 partidos en toda la Liga, muy mal pinta la historia para el equipo de la Renania del Norte, que no es ni la sombra del que acabó tercero en el campeonato alemán.
Las bajas en defensa, en la que no ha podido jugar aún por una lesión en la espalda el ex atlético Álvaro Domínguez, pudieran tener algo que ver, pero no lo es todo. Problemas que se le agravan a Favre con el nuevo contratiempo sufrido ante el Hamburgo por el capitán Martin Stranzl, que sufrió la fractura en un pómulo. La lesión de rodilla que ha obligado a parar a uno de sus hombres fuertes en el medio, Patrick Herrmann, tampoco ha ayudado, y seguro que lo notará en Sevilla, donde el internacional suizo Xhaka no podrá jugar por la roja que vio en la vuelta el curso pasado ante el Sevilla en la vuelta de dieciseisavos de final de la Europa League.
Es verdad que en cuanto a plantilla ha perdido a uno de sus mejores hombres, Max Krose, traspasado al Wolfburgo por 12 millones de euros, aparte del regreso de Kramer al Leverkusen tras su cesión, pero su entrada en la Champions ha permitido al club reforzar la plantilla. Principalmente con el punta suizo Drmic (10 millones). Ha pagado 8 millones por el hermano de Hazard, que ya jugó en el equipo la pasada campaña, cedido por el Chelsea.
También te puede interesar