La quinta, entre discrepancias
La abstención acordada por los principales accionistas marca la previa de la Junta General de Accionistas. El "ocultismo" económico y la mala situación deportiva del club, determinantes.
Dice el refrán que no hay quinto malo, pero en este caso la quinta Junta General de Accionistas del Betis desde que en la del 13 de diciembre de 2010 el poder accionarial de los administradores judiciales sirviese para desbancar a Luis Oliver y compañía se presenta algo más movida que las anteriores. Al final, todo va a quedar en marejadilla tras la reunión del pasado miércoles 13 de noviembre en la clínica Infanta Luisa entre miembros de las plataformas que agrupan gran parte del accionariado.
El miedo a fortalecer al que denominaron en la cita como "enemigo común", Manuel Ruiz de Lopera, contra el que muchos están personados en su causa, va a motivar que Por Nuestro Betis (PNB), Béticos por el Villamarín (BxV), la Liga de Juristas (LJ) y la Fundación Heliópolis (FH) -estas dos van casi de la mano- no voten en contra de algunos puntos con los que no están de acuerdo y se limiten a abstenerse. El acuerdo es tácito, aunque no vinculante.
El hombre fuerte de la asamblea, José Antonio Bosch, quien por mandato de la juez Alaya controla el 51,34% del capital (mayoría absoluta), y su consejo de administración presentarán unas cuentas, a 30 de junio de 2013, a primera vista inmaculadas, con 12,7 millones de superávit, una vez aplicados los efectos del concurso de acreedores a los 16,4 millones iniciales, y una tesorería que dispone de 4,55 millones en caja más 9,7 de inversiones financieras a corto y largo plazo, y que sumarían 14,25 millones. De igual modo, el presupuesto para la temporada 13-14 está cifrado en 43,8 millones, unos cuatro menos que la campaña anterior.
Con todo, el principal punto de desacuerdo reside en la partida destinada a servicios exteriores o gastos externos, que ascendió en el ejercicio 12-13 a 4.974.488,89 euros. Junto a 1.373.452,48 de otros gastos arrojan un total de más de 6,3 millones de euros que, a juicio de los accionistas están sin detallar, igual que ocurriese ya el año anterior, en el que apenas hubo una reprobación.
PNB, que iba a incluir una pregunta sobre el particular, decidió al final que bastaba con la abstención y llevará el asunto a la Junta General Extraordinaria que tiene previsto convocar (la plataforma agruparía más del 5% del accionariado necesario para ello y encima tiene apoyo de BxV) con otro punto principal: la labor de la Fundación del Betis, que ya quiso incluir en el orden del día de esta asamblea y le fue rechazado por el consejo por no estar dentro del plazo mínimo pese a que la ley no obligue a éste según ellos.
Junto al "ocultismo" en las partidas antes reseñadas, como lo definió Cayetano García de la Borbolla, presidente de PNB, los accionistas también se abstendrán en el nombramiento de Francisco Rubiales como nuevo consejero, al desconocer absolutamente su persona e incluso sus actuaciones. Éste, anunciado hace dos meses, vendrá a relevar a León Lasa, recientemente dimitido por discrepancias con el actual consejo.
Es la quinta Junta, tras la extraordinaria del 13-D, la de junio de 2011 (temporada 09-10) que encumbró a Guillén, y las de diciembre de 2011 y 2012, todas una balsa de aceite. Ésta iba camino de serlo, pero será menos tranquila, auspiciado también por la mala situación deportiva de la entidad (no imputable al curso en juicio). Aunque con la mayoría de Bosch...
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