Todos quieren ver a España campeona

Domingo, 20:30, Johannesburgo. España se jugará contra Holanda la Copa del Mundo en Sudáfrica 2010. Una victoria significaría el mayor logro futbolístico y uno de los principales hitos para el deporte de la nación. Y nadie quiere perderse un momento que puede ser histórico.

Además de los miles de hinchas que abarrotarán el estadio Soccer City, para el que ya no queda ni una sola butaca libre, personalidades de todos los ámbitos anunciaron su presencia en la primera final de un Mundial para España.

Como sucedió en las semifinales contra Alemania en Durban, la reina Sofía seguirá la final en persona. "Todo el país está muy ilusionado con la selección", elogió.

La Reina, que pasó cinco años de su infancia en Ciudad del Cabo, se metió en el vestuario tras el triunfo contra los germanos para felicitar a la plantilla uno por uno. Al salir del estadio dejó un comentario espontáneo pero rotundo sobre el juego desplegado por los jugadores de Vicente del Bosque: "Han jugado divinamente".

Todo indica que esta vez no estará acompañada por el rey Juan Carlos, buen aficionado al fútbol. Ambos presenciaron la conquista de la Eurocopa de 2008, pero el Monarca se recupera de una cirugía a la que fue sometido en mayo y no viajó a Sudáfrica.

Por otra parte, sí estarán casi seguro el príncipe Felipe y la princesa Letizia, que dijeron tener ya "las maletas listas".

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció ayer que decidirá si acude a Johannesburgo en función de "las posibilidades que le deje su agenda".

Pero parece que muchos apuestan por una agenda completa: en las redes sociales proliferan grupos como "Solicito que Zapatero no vaya al Mundial de Sudáfrica ¡¡¡por gafe!!!", o "Yo tampoco quiero que Zapatero vaya a la final de Sudáfrica".

A quien nadie puede vincular con la mala suerte es al tenista Rafael Nadal, que viene de conquistar su segundo Wimbledon y su quinto Roland Garros y que ya confirmó su viaje a la final.

Otro icono del espléndido momento que vive el deporte español, el jugador de baloncesto Pau Gasol, no pudo asistir a semifinales porque celebraba el martes sus 30 años, pero aclaró que sería "un sueño" ver a España en la final y que en ese caso querría asistir al partido.

Mucho más difícil será para el piloto de Fórmula 1 Fernando Alonso: el mismo día en que sus compatriotas se jueguen hacer historia con la camiseta de España, él estará a bordo de otra roja, su Ferrari, disputando el Gran Premio de Silverstone, en Inglaterra.

La pasión por el fútbol excede política y deporte y llega a ámbitos tan insospechados como la lírica, como quedó claro en las semifinales contra Alemania.

Junto con la Reina, el vestuario español recibió también a otro visitante de lujo: Plácido Domingo.

"Hemos superado el complejo de inferioridad que nos acompañaba y ahora vamos a por ellos", dijo antes del encuentro el tenor.

Domingo estuvo presente en el partido definitivo de Alemania 2006, aunque entonces lo hizo cantando en la ceremonia de clausura del Mundial. La emoción de la final en Sudáfrica 2010 tendría un sabor muy diferente para el cantante.

Es la misma diferencia que sentirán millones de españoles cuando suene el pitido inicial del último partido del Mundial.

España, por primera vez en la historia, no será ya una simple espectadora en una final. Ahora le tocará ser protagonista.