Mucho más que un punto (1-1)

Liga bbva

El Betis resiste a una segunda parte en tromba del Madrid tras adelantarse muy pronto con un golazo de Cejudo. El equipo es otro, competitivo, ordenado y capaz.

Foto: A. Pizarro
Foto: A. Pizarro
J. Ollero

24 de enero 2016 - 17:27

Segundo empate con Merino. Dos puntos de seis pero dos que, sobre el papel, muchos esperarían cero. Empate en casa ante el Madrid de Zidane, frente al Madrid de la empatía, y ese punto dice mucho más que el escaso incremento en el casillero. Ese punto habla de un Betis radicalmente distinto, competitivo, solvente y enrabietado. Un Betis que ha dejado de dar pena y, sin dar un miedo tremendo, ha recuperado una buena base sobre la que trabajar. Trabajar. Clave entre las claves.

El Betis estuvo con ventaja más de una hora y, con ciertas aristas y jugadas dudosas, volvió a creer en sí mismo. Cierto que la segunda parte de Modric y el bajón físico fueron encerrando al Betis, pero no lo es menos que Petros abrazó a Cristiano en el área, que el brasileño cometió un penalti de libro sobre Benzema, que James está en fuera de juego en el gol del empate y que Varane pisa a Ceballos en el área. Todo eso.

Pues con eso y con todo el punto es gloria bendita porque es el rival que es y el Betis es el Betis que es. Necesario recordarlo porque el calendario pintaba de ruina y el espaldarazo a Merino es tremendo.

Con Merino el cambio es total. De ese Betis inerme, pusilánime y penoso no hay ni rastro con Merino. Al menos de momento. Presiona, pero también juega. Muerde y la toca. Y contra el Madrid aún mejor que hace una semana en Villarreal. Espoleado por los suyos, la seriedad recuperada trasciende y consigue crear un fútbol de apreciable nivel, con Fabián tirando del carro, Petros encomiable en la resta y Kadir muy peligroso.

Atrás el Betis pasa algunos apuros pero si no los pasara contra todo un Real Madrid, pues... Adán, eso sí, no hace una sola parada de mérito en la primera parte y un mal tiro de Cristiano Ronaldo tras una fantástica pared y un remate de cabeza de Pepe rozando el palo fueron lo único destacable... junto a un penalti de libro de Petros a Benzema. El brasileño pisa al francés, incluso le arrastra el pie. Martínez Munuera, sorprendentemente por la claridad y el rival, no pitó nada. Ya había ignorado un agarrón del propio Petros a Cristiano.

Pero ese tremendo error del árbitro no menoscababa en absoluto un trabajo estupendo de todo el Betis, muy crecido tras salir arropadito buscando velocidad arriba hasta que Rubén Castro, pasados cinco minutos escasos, se va como un rayo pero tira en lugar de abrir a Kadir, completamente solo. El rechace lo pelea Fabián y aparece Cejudo para empalmarla a la escuadra. Se viene abajo el Villamarín. No es para menos. Lo que venía siendo un gol tempranero en contra ahora es una traca a favor. Todo ha cambiado. De repente. Y de manera muy acusada.

Y ojo que el Madrid, sin brillantez, tenía el tema razonablemente controlado. Llegaba bien, incluso por el centro, y tocaba con calma esperando su ocasión. Pero el Betis tapa bien, la ocasión no llega y los locales consiguen coger aire con un 1-0 de oro puro.

La pausa al Betis le sienta regular y al Madrid de fábula. Modric manda de manera espectacular con un segundo tiempo impecable del croata. El Madrid se crece, encierra al Betis y las salidas locales son perfectamente taponadas. Zidane, además, mueve el banquillo con lógica y Carvajal termina el trabajo que no acabó Danilo, aprovechando las combinaciones con Modric para romper por donde Vargas.

Además, en pocos minutos el Betis pierde a Fabián y Kadir por lesión, dos de los que mejor ejemplifican el cambio en el Betis. Dani Ceballos, ahora mismo, no ofrece las mismas opciones que Fabián y el Madrid está cada vez más cómodo. Las paradas de Adán a James (dos) y a Benzema son tremendas, y el Madrid acumula ocasiones para darle la vuelta.

Y ahí consigue empatar, pero de qué manera. Kroos deja sólo a James con un pase perpendicular y el colombiano regala el empate a Benzema. El tema es que James parte en fuera de juego, justito, pero el fuera de juego es...

Con Modric en pleno clínic, Rubén Castro lanza una contra que supone la única buena ocasión bética en toda la segunda parte, aguantando en carrea a Kroos y Pepe y encontrando la forma de reventarla. El balón sale cerca del palo derecho, es ya el 91 y poco antes Martínez Munuera tampoco ha visto un pisotón de Varane a Ceballos.

Punto. Punto buenísimo. Y mejor aún la pinta de un Betis que ha dejado de ser tan generoso con sus visitantes marcando una línea muy correcta en lo que debe ser su segunda vuelta.

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