El punto de las acciones sin dueño

La guerra por el control en el Sevilla va a vivir capítulos interesantes antes y, sobre todo, durante la Junta General Ordinaria de Accionistas del día 9 de diciembre. Entre otras cosas, hay fijada seis días antes (el 3) una comparecencia por imputación de José Castro por la demanda que José María del Nido Carrasco y José Gómez Miñán le interpusieron al no permitir el voto de aquél en la última asamblea de Sevillistas de Nervión.

Pero habrá batallas más allá pase lo que pase el día 9... y pasarán cosas. Entre otros asuntos, en esa Junta se van a someter a votación varias cuestiones, entre ellas unas modificaciones sustanciales de los estatutos de la sociedad. Alguno de los artículos modificados no tiene excesiva relevancia y se ajusta a causas cuyo fin es agilizar la gestión de los administradores, adecuación a las nuevas tecnologías, y -algo ya publicado en este diario- la modificación de la fecha fundacional a 1890 o la condición de oficial para el himno de El Arrebato.

Pero en la lucha por el control de acciones puede tener su importancia un punto que en el futuro y, tal como está de atomizado el accionariado, resulta llamativo. Por los accionistas es conocido que hay un número indeterminado pero bastante amplio en la sociedad de títulos que no votan porque no los controla, en teoría, nadie. Tienen una titularidad, pero nadie los ha reclamado y esto es así desde hace muchos años. Acciones a nombre de sociedades que ya están extintas, otras a personas fallecidas que no han sido reclamadas por herederos o compraventas defectuosas.

Así, en el informe de administradores sobre la propuesta de modificación de los estatutos, en el punto tercero, figura una modificación que "se ciñe a la eliminación de la necesidad de aportación, en caso de extravío o desaparición del título representativo de la acción, de copia de la denuncia formulada por considerar que dicha denuncia no resulta necesaria". En el fondo de esta modificación subyace, evidentemente, facilitar las operaciones de compra de acciones por parte de grandes accionistas a pequeños propietarios de tres o seis títulos que han tenido complicaciones para inscribirse en el libro de registros. Pero también el final incierto de acciones que no reclama nadie y a las que tienen acceso los gestores del club en el día a día.

En los estatutos ya figuraba -y lo seguirá haciendo- que en caso de reclamación de una acción, el proceso empieza con la "verificación por parte del consejo de la procedencia de la solicitud, la apertura de expediente y la publicación en un tablón de anuncios y en el diario, por parte de los solicitantes, de mayor circulación de la provincia". A partir de entonces, hay dos meses para que cualquier interesado pueda reclamarlas, tras lo que el consejo entregará los nuevos títulos a sus propietarios.

Sabido es que el accionariado ha cambiado mucho en los últimos años, con compraventas de grandes paquetes y también de acción a acción. Las familias Carrión y Del Nido, ahora mismo claros accionistas mayoritarios, han sido las que más han ido reclutando títulos, algo que puede tener mucho que decir con el escenario que se avecina, pues tarde o temprano, todo parece abocado a que Sevillistas de Nervión deje de ejercer un solo voto. Está claro que hay dos poderes enfrentados, el que lideran Castro y Alés, que desea controlar el club con el apoyo de esta sociedad, y los Del Nido, que con las acciones que controlan a título individual (un 30% o 32% del accionariado) ganarían en una hipotética Junta Extraordinaria convocada al efecto. La postura de Rafael Carrión de momento se intuye, pero no se posiciona del todo y, por ejemplo, podría pedir el apoyo de la facción castrista de Sevillistas de Nerviónpara derrocar a Del Nido. Si individualmente tiene a su nombre, de hijos y de sociedadades un 14,5%, con el apoyo de Castro, Alés y Guijarro podría aglutinar un 30%. Y he ahí la importancia que pueden tener los pequeños accionistas entonces. Sería una alianza contra Del Nido con Carrión como líder.

Se advierte un futuro movido, con intrigas de todo tipo. De entrada, estas reformas van a someterse a votación y las propuestas han sido firmadas por los dos grandes rivales del momento, el presidente actual, José Castro, y su vicepresidente, José María del Nido Carrasco.