El pulso de los brazos ejecutores

El derbi sevillano · los goleadores

Negredo (17 goles) y Rubén Castro (15) se cruzan mañana en su intensa pugna por acabar como el máximo artillero español de la Liga.

Foto: Antonio Pizarro
Foto: Antonio Pizarro
Juan Antonio Solís / Sevilla

11 de abril 2013 - 07:24

No hay quien discuta que en el firmamento futbolístico de hoy son dos los astros que reinan con su apabullante luz. Y los dos moran en la Liga. Arrasan en una carrera goleadora sin parangón en la historia del campeonato y que nadie resiste, ni siquiera el que puede ser mejor nueve puro del momento, Radamel Falcao. Pero tras Lionel Messi (43 goles), Cristiano Ronaldo (29) y el crack colombiano del Atlético (22), figuran dos delanteros españoles que, además, defienden los colores de los clubes sevillanos. Dos fantásticos puntas que cruzarán sus destinos a eso de las diez de la noche de mañana viernes. Será en Heliópolis. Allí librarán otro capítulo de su vetusta rivalidad Betis y Sevilla. Pero Rubén Castro (15 goles) y Negredo (17) sostendrán un pulso particular dentro del gran pulso. Quieren acabar como máximo artillero nacional. Un título honorífico, sí, pero que cargará de razones a quienes defienden que uno tiene hoy más aptitudes que el otro para jugar en la selección. El morbo obrará como una inmejorable especia. Por si al guiso le faltaba algo...

Ambos referentes ofensivos saltarán a la hierba del Villamarín impulsados por sus últimas actuaciones. El viernes, Rubén sofocó la animosa acometida inicial del Granada con sus dos zarpazos en apenas tres minutos. Y tres días después, Negredo mantuvo en pie a su Sevilla en la lucha por Europa gracias a sus dos goles a Iraizoz.

El sevillista goza de la confianza plena de Vicente del Bosque, pero no es ajeno a los dardos que a veces le llueven de la grada de Nervión. Mientras, el bético, que llegó a esperanzarse en una llamada del seleccionador para el espaldarazo definitivo a su brillante hoja de servicios como verdiblanco, sí que disfruta del reconocimiento pleno, sin excepciones, por parte de la hinchada heliopolitana.

¿Por qué las reticencias puntuales de algunos sevillistas con Negredo? La respuesta, en esta ocasión, no está en el viento. Puede que esté en los números: Negredo está cuajando una notable temporada, si las lesiones lo siguen respetando de aquí al primer fin de semana de junio y si mantiene su progresión goleadora, acabará la Liga por encima de las 20 dianas, que es su tope liguero, pero... su eficacia rematadora es discreta. Y eso es lo que exaspera a ese sector de aficionados con acusado sentido crítico. De hecho, el vallecano es el tercer jugador de la Liga que más ha rematado, nada menos que en 108 ocasiones en los 27 partidos que ha disputado (una media de 4 veces por encuentro). No hace falta ser muy agudo para adivinar quiénes lo preceden en la tabla: Cristiano (203) y Messi (151).

Si para marcar 17 goles ha disparado a portería 108 veces, Negredo luce una efectividad en el remate del 15,7%. Más bien discreta. No han sido pocos los partidos de esta campaña en los que la falta de tino del madrileño ha resultado decisiva para un resultado decepcionante (la última salida ante el Levante, sin ir más lejos) y eso es lo que hace que el internacional madrileño (6 goles en 14 partidos con La Roja) no entre en el corazón de la afición en la medida que merecen sus registros globales, sin duda decisivos para que el Sevilla no se haya metido en problemas clasificatorios.

Baste un dato para enaltecer la carrera de Negredo en Nervión: ya suma 62 goles en sus cuatro primeras Ligas con el Sevilla (11, 20, 14 y 17), uno más que Kanoute en ese periodo vestido de blanco. Y al vallecano aún le quedan 8 jornadas por delante... Si Negredo es capaz de mejorar su eficacia rematadora, estaría en disposición de pulverizar los registros de los mejores artilleros de la historia sevillista.

En la acera de enfrente, pocos echan en cara a Rubén Castro su capacidad para convertir en gol lo que le llega. El canario suma 15 goles, dos menos que Negredo. Pero ha rematado bastante menos que éste: en 61 ocasiones. Nada menos que ¡47! disparos a portería distancian a uno y otro. Lógicamente, en la efectividad rematadora, el verdiblanco sale ganando: ostenta un 26%. Necesita algo menos de cuatro intentos para llevarse las manos a la cabeza y hacer su ya célebre aleta de tiburón.

Si el Tiburón de Vallecas convirtiera en gol uno de cada cuatro remates -como hace Rubén-, acumularía ya en torno a 27 dianas, nada menos. ¿Por qué? Porque la estadística, como quedó reflejado unos párrafos atrás, revela que Negredo ensaya el disparo cuatro veces en cada encuentro. Y como son 27 los partidos de Liga que ha disputado, las cuentas no mienten.

Más eficaces o menos, el peso específico de ambos en sus equipos es enorme. Hacia ellos giran los focos en el decisivo sprint de la temporada. Y en el derbi, más. Rubén vio cumplido su deseo de marcar al Sevilla en la primera vuelta, pero su gol no pudo ser más irrelevante: ya caía el Betis 4-0. Negredo, por su parte, no firmó ninguno de los cinco goles de la primera vuelta, sí que marcó la pasada Liga en el Villamarín y en Nervión, pero en ningún caso ganó su equipo. Ambos anhelan marcar mañana y al mismo tiempo ganar. En ello también les va ese pulso particular que sostienen por ser el mejor ejecutor español, nada menos.

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