Así son los protocolos contra infartos para evitar muertes en los estadios sevillanos
Prevención sanitaria en el deporte
El fallecimiento de un aficionado antes del Real Sociedad-Mallorca y de un ex técnico de Unicaja en el Martín Carpena recuerda la necesidad de la prevención de accidentes cardiorrespiratorios
15 años de la muerte de Puerta, que unió a sevillistas y béticos
Dos hombres de 71 y 72 años fallecieron este miércoles en dos grandes recintos deportivos por sendos infartos, sin que la inmediata asistencia sanitaria pudiera hacer nada por salvar sus vidas. En el Reale Arena murió antes de que empezase el Real Sociedad-Mallorca, cuyo inicio se retrasó 13 minutos, el socio realista Txomin Landa (71 años), un clásico aficionado blanquiazul que incluso conoció Atocha, antes que Anoeta. Y en el Martín Carpena de Málaga, el histórico ex entrenador del equipo malagueño José María Martín Urbano (72 años) murió durante el partido de Basketball Champions League entre el equipo colegial y el Dijon.
En ambos casos, la atención sanitaria fue inmediata. Pero, al contrario de lo que sucedió en el Cádiz-Barcelona al principio de la Liga, los dos espectadores no pudieron ser salvados. La naturaleza no siempre responde positivamente a los intentos de la medicina por superar sus leyes. Y estos dos espectadores murieron.
En Cádiz, el sábado 10 de septiembre, el espectador de 65 años que sufrió un infarto sí pudo ser salvado. Lo fue gracias a la rápida acción conjunta de la Cruz Roja y los médicos de ambos clubes e incluso de un cardiólogo que estaba en el palco y también de futbolistas como el meta Ledesma, que acercó un desfibrilador al Fondo Sur, o el jugador José Mari, que llevó una camilla. Así se salvó la vida de este aficionado. Funcionaron los protocolos de prevención junto con la rápida acción conjunta, permitida porque Del Cerro Grande suspendió el partido.
El hecho afortunadamente tuvo el mejor fin, ya que el paciente pudo ser reanimado antes de ser trasladado al Hospital Puerta del Mar, donde ingresó en la UCI. Y el aficionado puede contarlo. Todo quedó en un susto.
El pasado 28 de agosto se cumplieron 15 años de la muerte de Antonio Puerta, y hay que recordar que el mejor legado del inolvidable canterano sevillano fue la puesta en marcha en los estadios y recitos deportivos de protocolos de emergencia sanitaria y equipos médicos, incluidos desfibriladores externos.
En el Sevilla hay mucha sensibilidad ante esta realidad. También en el Betis. Los dos estadios de Sevilla, Ramón Sánchez-Pizjuán y Benito Villamarín, son recintos cardioprotegidos y siguen un estricto protocolo médico para atención inmediata de estos casos de paradas cardiorrespiratorias y para que haya una rápida reanimación cardiopulmonar (RCP).
El protocolo del Ramón Sánchez-Pizjuán
El Ramón Sánchez-Pizjuán vivió la tragedia de la muerte de Antonio Puerta, cuya vida no pudo ser salvada tras desvanecerse en el primer partido de la Liga 2007-08, el 25 de agosto de 2007 en un Sevilla-Getafe. El joven futbolista murió el 28 de agosto en la UCI del Virgen del Rocío. La sensibilidad con el asunto es especial en este estadio con una capacidad máxima de 43.883 espectadores y que está acogido asistencias de unos 40.000 aficionados. Ante el Valencia hubo 37.353 siendo un martes en horario laborable.
Es zona cardioprotegida y cuenta con un amplio protocolo de emergencia sanitaria y uso de desfibriladores, según informa el club contactado por este periódico, al que dio detalles que se pueden desglosar así:
- Desfibriladores externos semiautomáticos (DESA) en todas las instalaciones del Sevilla, deportivas o no.
- Seis desfibriladores en la ciudad deportiva José Ramón Cisneros Palacios, donde la actividad deportiva es muy intensa.
- UVI móvil contratada con 061 para cualquier encuentro en la ciudad deportiva, con independencia de la categoría o competición.
- Desfibriladores DESA en muchos desplazamientos de equipos de categorías inferiores.
- En el Ramón Sánchez-Pizjuán desfibriladores DESA en las diferentes plantas de las cuatro secciones del estadio.
- Dispositivo preventivo sanitario contratado con 061 los días de partido en el estadio: tres UVI móviles y 22 profesionales en el interior del estadio.
- Dispositivo de Protección Civil (número de miembros variable).
- Incremento del dispositivo rutinario cuando las circunstancias del encuentro lo aconsejan, por condiciones ambientales, entrada de público previsto, etc.
Hay una media de diez intervenciones de las emergencias sanitarias por partido. "Afortunadamente no son muchas las paradas cardíacas sufridas por asistentes a los partidos, habiendo sido en los últimos ocho años todas ellas resueltas por los servicios de emergencias sanitarias", resalta el club al ser consultado. "La configuración del dispositivo preventivo sanitario y la disposición de los DESA posibilitan que se produzca la intervención de los servicios sanitarios en el menor tiempo posible desde la detección de la emergencia y siempre en menos de tres minutos, como indica la normativa", añade.
El protocolo del Benito Villamarín
El estadio Benito Villamarín, con capacidad para 60.721 espectadores, lógicamente también es zona cardioprotegida. Y además está teniendo, gracias al enorme momento del equipo de Pellegrini, una gran afluencia, con entradas que pasan de los 50.000 espectadores. Este domingo, ante el Atlético de Madrid a las 16:15, se prevé un llenazo con un gran ambiente.
Según el equipo de coordinación de los servicios médicos del Betis, estos son los aspectos clave del protocolo de emergencia:
- Tres modelos de dispositivos sanitarios según las características del partido.
- El dispositivo usual y rutinario (menor) lo componen 26 sanitarios del 061 (entre médicos, enfermeros y técnicos en emergencias) y tres ambulancias.
- Dispositivo de Protección Civil en cada partido, con número de miembros variables según la afluencia.
- Tres salas médicas de asistencia para atención y estabilización de los posibles pacientes.
- 12 desfibriladores DESA más cuatro monitores de desfibrilación cardíaca.
- Contacto directo con los hospitales de Sevilla en caso de derivación.
- El protocolo comienza dos horas antes de la apertura de puertas al público y finaliza con la salida del público.
Según el servicio médico coordinado del Betis, la temporada pasada se intervinieron con éxito dos paradas cardíacas en las salas médicas y tres amagos de infarto. Además, la media de asistencia por partidos es de doce actuaciones, la mayoría leves y resueltas en las salas médicas.
Legislación sobre desfibriladores
La muerte de Antonio Puerta el 28 de agosto de 2007 fue un punto de inflexión en la atención inmediata en casos de paradas cardiorrespiratorias, accidentes muy frecuentes en los campos de fútbol tanto por los deportistas como por los asistentes o espectadores. Su caso abrió un importante debate, porque hay quien piensa que se podría haber salvado su vida de haber habido una UVI móvil en el estadio, o de haber habido alguna unidad de desfibrilador externo automático (DEA) o desfibrilador externo semiautomático (DESA).
Tanto debate se suscitó que el SAS abrió expediente a cuatro médicos de urgencias del Virgen del Rocío que, ante la cámara oculta de una televisión privada para un programa de tertulias y variedades, La noria, cuestionaron gravemente el protocolo que se aplicó en el caso de Puerta.
Así, los legisladores se pusieron en marcha y regularon la atención sanitaria inmediata en recintos públicos no sanitarios, incluidos los estadios lógicamente, lo que tomó forma en el Real Decreto 365/2009, de 20 de marzo. Este decreto estableció las condiciones y requisitos mínimos para garantizar la seguridad en el uso de desfibriladores. Y habilitó a cada Comunidad Autónoma a establecer su propia regulación.
En Andalucía se hizo con el Decreto 22/2012, de 14 de febrero. En su articulado se recogen los requisitos específicos para el uso de desfibriladores fuera del ámbito sanitario, incluidos la señalética, la formación y los registros. En el caso andaluz, son obligatorios los desfibriladores en establecimientos públicos con aforo igual o superior a 5.000 personas, como es el caso de los estadios deportivos y no sólo los del Sevilla y el Betis.
El protocolo de la RFAF
La Real Federación Andaluza de Fútbol, de la que depende la mayoría de los partidos de categorías inferiores que se disputan en Andalucía y, lógicamente, en Sevilla, también actualiza anualmente su protocolo de actuación. Todos aquellos partidos que no son de ámbito nacional, dependientes de la Real Federación Española en el plano amateur o de LaLiga, en el plano profesional.
Cada fin de semana hay cientos de chavales jugando en los campos sevillanos de forma federada y hay especial cuidado también a este nivel con los protocolos de emergencias sanitarias, pese a que la mayoría de los casos se dan en recintos con menos de 5.000 personas, el mínimo que exige la legislación para la obligatoriedad de que haya desfibriladores externos.
De hecho, según ha constatado este diario con fuentes de la RFAF, al inicio de esta temporada ha mandado a los árbitros de su ámbito un protocolo de actuación para primeros auxilios, redactado por el doctor Juan de Dios Beas Jiménez, del grupo de Clínicas Beiman y ex jefe del servicio médico del Sevilla en la época de Juande Ramos. Se trata de un cursillo de primeros auxilios en diferentes accidentes que puedan acaecer en un partido, incluidos los de paradas cardiorrespiratorias. Su índice incluye los siguientes capítulos:
- Cadena de Supervivencia.
- ¿Cuándo debe aplicarse-suspenderse la RCP?
- Reanimación Cardiopulmonar.
- Posición de Recuperación (Lateral de seguridad).
- Desfibrilación Precoz
Además, la RFAF ha actualizado, gracias a la colaboración con la Mutualidad de Futbolistas en Andalucía y Clínicas Beiman, el tríptico informativo que envía a todos los clubes, con los principios básicos de primeros auxilios. Y desde la temporada pasada se realizan cursos presenciales explicativos desde la Mutualidad para poner en práctica estos protocolos con los clubes.
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