En proceso de abandonar un desconcertante momento bajo

La Fiorentina, con gran ataque y juego interior, superó su bache liguero

Joaquín, atracción en su regreso a Sevilla, sonríe en el entrenamiento de ayer de la Fiorentina en Nervión.
J. A. Sevilla

07 de mayo 2015 - 05:02

Aparcada Europa desde que eliminó al Dinamo de Kiev, la Fiorentina está saliendo en la liga italiana de un profundo bache que le ha provocado una racha de cuatro derrotas consecutivas. La consecuencia fue que el equipo de Vincenzo Montella perdió la zona europea en la clasificación de la Serie A, aunque la última victoria ante el Cesena, la pasada jornada por 3-1 en el Artemio Franchi, ha mitigado de alguna manera una depresión que estaba poniendo en duda el momento de forma del equipo. De hecho, el rival del Sevilla en estas semifinales europeas ha recuperado la quinta plaza adelantando a la Sampdoria.

El cuadro viola enlazó dos difíciles salidas, ante Nápoles y Juventus, intercalando dos encuentros en su estadio en los que no dio la talla frente a equipos de la zona baja. Dos decepciones inesperadas ante su afición en las visitas de Verona y Cagliari.

Pero, por encima de todo, la Fiorentina es un equipo que no juega a la italiana. Montella ha logrado instaurar un modelo de fútbol en el que prima la posesión del balón y los ataques dinámicos, muy peligrosos por el centro con un nombre propio, el egipcio Mohamed Salah, un magnífico jugador cedido por el Chelsea que llega a ser desequilibrante en conducción y regate que tiene una magnífica finalización. Aprovache bien los espacios libres que deja Mario Gómez cuando atrae a defensores contrarios y se asocia con futbolistas de corte similar, como Borja Valero. A día de hoy, el juego interior puede considerarse la mejor arma de la Fiorentina, aunque también es un equipo que le da su importancia a las bandas, sobre todo si sale Joaquín (aunque a veces juega en la izquierda) y con las incorporaciones de un carrilero largo y con potencia como Marcos Alonso. El chileno Matías Fernández es otro de los hombres que marcan la diferencia en el juego ofensivo, tanto por dentro como por fuera.

Atrás vienen los problemas. Montella no ha logrado armar un sistema defensivo sólido y mucha responsabilidad recae en el croata Badelj, un jugador muy del gusto de Emery, que confesó que intentó su fichaje para el Sevilla. En el centro de la defensa el argentino Gonzalo Rodríguez es la referencia, aunque el serbio Tomovic tiene mucha responsabilidad y es uno de los fijos para el ex jugador de la Roma.

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