El primer tiempo, clave

Debido al fallecimiento de su padre, Unai Emery no dirigió al Sevilla en Balaídos. El entrenador vasco se desplazó primero a Fuenterrabía, para reunirse con su familia, y después a Irún, pues el cuerpo de Juan Emery, fue velado en el Tanatorio de Bidasoa. La ausencia del técnico nervionense, palpable desde el mismo momento en que sus jugadores saltaron al terreno de juego portando un brazalete negro en señal de duelo, se hizo especialmente llamativa una vez finalizado el encuentro, cuando fue su segundo en el banquillo, Juan Carlos Carcedo, quien compareció ante los medios de comunicación en rueda de prensa.

Como era de esperar, Carcedo dedicó unas emotivas palabras a Unai Emery y sus seres queridos: "Antes que nada quería hacer un recordatorio a Unai y a toda su familia. Todos queríamos conseguir la victoria para poder dedicársela, aunque al final no ha podido ser. En cualquier caso, es para estar orgullosos de este equipo".

Después, el técnico riojano se detuvo a valorar los detalles del choque: "Fue un partido muy intenso, muy disputado, de ida y vuelta. Nosotros intentamos estar todos juntos para poder controlarlo, pero al final no lo conseguimos. Creo que la clave del empate estuvo en la primera mitad, cuando tuvimos varias ocasiones para tomar ventaja, poner al menos el 0-2, y no lo conseguimos".

Dado que el Sevilla se dejó dos puntos en Balaídos, los mismos que el Valencia el sábado en el Santiago Bernabéu, las opciones de finalizar la temporada en cuarta posición se antojan cada vez más difíciles. "Vinimos con la intención de ganar aprovechando que el Valencia había empatado, pero no lo logramos del todo. Hay que recordar que el jueves tuvimos un partido muy intenso y eso se notó. Pero seguiremos luchando hasta el final", explicó Carcedo.

La mano derecha de Emery recalcó cómo el once inicial experimentó un total de ocho cambios respecto al bloque titular que venció a la Fiorentina en el Sánchez-Pizjuán. "Había que refrescar el equipo y darle prioridad al partido tan importante que tenemos este jueves", apuntó Carcedo, quien, como viene siendo habitual en las filas sevillistas, huyó de cualquier exceso de confianza: "No está todo hecho. El resultado de la ida es bueno, pero en una eliminatoria así pueden surgir muchos inconvenientes".

En relación a esos hombres que actuaron como refresco salió a relucir el nombre de Iago Aspas y su supuesto enfado tras ser sustituido: "No lo vi así. Él siempre tiene muchas ganas de jugar y lo que tiene que hacer es aprovechar las oportunidades que vengan para darlo todo en el campo, como hizo hoy".