El premio a la segunda línea
La opción de alcanzar la cuarta plaza ofrece a hombres que no serán titulares en Varsovia protagonismo con un gran objetivo. "Ojalá pueda aportar", dice Denis Suárez.
Cuando el Real Madrid ganó en el Ramón Sánchez-Pizjuán y el Valencia seguía su paso firme, incluso empatando la semana siguiente en el Santiago Bernabéu, todo parecía apuntar a que la última jornada en La Rosaleda podía ser ser de trámite para un Sevilla que, lógicamente, iba a a estar preparando con mimo su comparecencia en el partido del año, la final de la Liga Europa en Varsovia ante el Dnipro.
Todo el sevillismo visualizaba una alineación frente al Málaga en el final del campeonato liguero cargada de jugadores suplentes y escasa tensión competitiva, pero el fútbol cambió el guión y dio otra oportunidad a una segunda línea que va a tener ante sí un bonito reto, un objetivo acorde a todo lo que han dado durante el transcurso de la temporada cada vez que Emery los ha reclamado. Pocos equipos, además, pueden decir que llegan a la última jornada con algo en juego.
Son futbolistas que no pueden considerarse suplentes, pues en este Sevilla puede decirse que no hay esa tajante distinción entre titulares y suplentes, pero sí puede hablarse de jugadores que, teniendo un peso importante en el bloque, sí es verdad que lo han hecho por detrás de otros compañeros. Hombres como Gameiro, Denis Suárez, Iago Aspas, Iborra, Fernando Navarro, incluso Reyes... tienen la ocasión de ofrecer un gran servicio con un reto lo suficientemente atractivo como que esté en juego la cuarta plaza en la Liga y que el Sevilla se asegure la Champions antes de disputar la final europea del miércoles. No obstante, para que ello se produzca el Valencia debe pinchar en su último partido.
"El partido siguiente siempre es el más importante, además el Valencia no lo tendrá fácil ante el Almería y nosotros queremos acabar la Liga con una victoria, aunque sabemos que también será difícil porque el Málaga se juega entrar en Europa", explicó ayer mismo un Denis Suárez que empezó la campaña como titular en el esquema de Emery y que fue cayendo en protagonismo sin perderlo del todo, sobre todo en un tramo final en el que fue importante en determinados partidos, fundamentalmente los disputados en el Sánchez-Pizjuán.
Como ha quedado dicho, en este Sevilla nadie tiene el cartel de suplente asignado de antemano y el jugador cedido por el Barcelona también tiene esperanzas de disputar algunos minutos en la final. "Ya tuve la suerte de jugar contra el Real Madrid la Supercopa de Europa en agosto, que perdimos, y ojalá ganemos ésta y pueda aportar", recalcó.
Mientras llega Varsovia, La Rosaleda se presenta, de nuevo, como una excelente ocasión para esta segunda línea de reivindicarse ante su técnico y optar a tener alguna presencia en la final. Es un partido con mucho en juego y eso siempre le da una chispa completamente distinta al fútbol. Competir con la Champions en juego es un gran premio para unos jugadores que lo han merecido, que han estado en primera línea cuando fueron reclamados y que vuelven a estarlo.
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