¿Y si se pone triste...?

En el Sevilla se preparan para aguantar la presión de Luis Fabiano, que promete jugar el mismo papel que Zokora en el Tottenham. El club de Nervión se plantará en el dinero de su cláusula

¿Y si se pone triste...?
¿Y si se pone triste...?
Jesús Alba

05 de julio 2009 - 08:49

Si en el Sevilla están acostumbrados a lidiar con la compleja personalidad de una estrella como Luis Fabiano, los acontecimientos del verano y el deseo expresado por el jugador y su representante de que José María del Nido facilite en todo lo posible una venta al Milan hacen pensar que el brasileño puede convertirse en un problema la próxima temporada si finalmente se queda –nada convencido– en Nervión.

Se apresta a jugar Luis Fabiano el mismo papel que –dicen– está realizando Didier Zokora en el Tottenham con tal de cumplir sus aspiraciones de incorporarse a la nómina de futbolistas del Sevilla, con el que ya tiene un acuerdo cerrado para la próxima temporada. Es la ley del mercado y el delantero brasileño sabe además que se encuentra en la cresta de la ola futbolística tras proclamarse recientemente máximo goleador de la Copa Confederaciones y totalmente asentado como máxima estrella de la selección de Brasil, lo que siempre deseó el paulista. De cualquier forma, el Sevilla no va a atender a la presiones que pueda realizar Luis Fabiano y su representante.

Del Nido ha demostrado firmeza en este asunto en otras ocasiones, pero aguarda un verano similar al que protagonizó Daniel Alves en 2007, cuando el Sevilla rechazó una millonaria oferta del Chelsea y el ahora lateral barcelonista se declaró en rebeldía durante unas semanas, llegando incluso a negarse a viajar a Atenas con su equipo para jugar la ronda previa de la Liga de Campeones ante el AEK. En aquel momento la postura de Daniel era muy radical, entendía que Del Nido con su negativa frenaba su progresión como futbolista, aunque la triste muerte de Antonio Puerta unos días después parece que le hizo reconsiderar su actitud.

En este caso, en el Sevilla recuerdan que el carácter de uno no tiene nada que ver con el del otro. Luis Fabiano, prácticamente desde su llegada, ha demostrado tener una personalidad perennemente inconformista. Con Juande Ramos se quejaba de que siempre era el primer cambio, estuvo un año entero planteándose volver a Brasil y luego con Manuel Jiménez, el técnico con el que logró volver a la selección, no entendía algunos cambios y no menos suplencias en favor de Kanoute cuando el de Arahal decidía jugar con un solo delantero.

De momento, las primeras declaraciones de Luis Fabiano han ido en el mismo sentido y no han entrado a valorar la posibilidad de permanecer en el Sevilla en caso de que no haya acuerdo. Frases como “es la oportunidad de mi vida” son hasta cierto punto lógicas. Su agente, José Fuentes, quizá haya ido un paso más allá con otras en las que tratra de poner el parche antes de que asome el grano. “Haremos todo lo posible para ir al Milan”. ¿Cómo se interpreta esta afirmación en el Sevilla? ¿Y esta otra?: “Si se tiene que quedar en el Sevilla, en su momento diré algo”.

La estrategia en el Sevilla es ser fuerte y mantener un mismo mensaje. El primer “no” ya lo tiene el Milan y la postura firme es pedir el precio de su cláusula de rescisión o, de lo contrario, una cifra muy cercana. Menos no, pese a que se esperan presiones. Adriano Galliani y Ariedo Braida anunciaban ayer un viaje a España para negociar en el yate de Florentino en Mallorca la cesión de Huntelaar. El vicepresiente rossonero dice abiertamente que desea incorporar a los dos delanteros, así que se esperan nuevos intentos.

Mientras, Luis Fabiano aguarda en Brasil, pero con una idea fija. Y ya sabemos qué ocurre cuando a O Fabuloso se le mete una cosa en la cabeza. Y si no es el Milan, será otro...

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