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La plantilla se afana en arropar a Babá

Descargar de presión al senegalés para que coja confianza parece consigna en el vestuario.

Babá, en una acción del entrenamiento de ayer.
J. M. López / Sevilla

17 de noviembre 2012 - 05:02

Injustamente o no, Babá ha sido señalado por su aportación en lo que va de temporada. El senegalés no ha gozado de muchos minutos y, en los que ha disputado, no ha logrado hacer gol pese a gozar de ocasiones claras. Ésta es la visión negativa, porque la positiva también existe. Si tiene algo Babá es que tiene ocasiones de gol siempre y sabe buscarse sus oportunidades en los pocos minutos que suele jugar.

¿Cuál es el problema entonces? Míchel habló la semana pasada de un tema de confianza y de pasar de jugar en estadios de apenas 1.000 espectadores a hacerlo delante de 40.000 personas, algo a lo que un futbolista joven necesita adaptarse. Negredo quiso ejercer de capitán en la sala de prensa y mostró el sentir del vestuario, que no es otro que descargar de presión a Babá: "Hay que dejarle un poco aparte, no tiene que ser el centro de todas las críticas porque no se las merece. Juega diez, veinte minutos y no creo que tenga que ser quien resuelva el partido. Son rachas y momentos de forma. Cuando meta el primer gol comenzará con la buena racha y nos vendrá fenomenal", opinaba Negredo en sala de prensa.

De esa ansiedad sabe bastante el vallecano, que ha vivido cimas y simas en su trayectoria como sevillista, de ahí su confianza en Babá. Cierto es que los mimos al delantero africano son constantes en los entrenamientos, con Míchel muy encima de él felicitándolo en cada acción en la que acierta y animándolo cuando comete algún tipo de error.

En los entrenamientos de esta semana ha sido capaz de lo mejor y de lo peor. Ha fallado goles cantados y ha hecho otros de bella factura, que hasta despertaron los aplausos de los aficionados que poblaban la grada de la ciudad deportiva el pasado jueves. Entrega desde luego no le falta, y rara es la sesión en la que no se queda, una vez finalizada la misma, ensayando remates a puerta con el portero del filial que le toque entrenar con el primer equipo, bien sea Julián o bien sea Sergio Rico.

Esta entrega contrasta con su relación con los compañeros, ya que por su timidez rara vez se le ve conversando con algún integrante de la plantilla.

"El año pasado los minutos que tuvo marcó goles y la tranquilidad le vendrá bien", opinaba Negredo sobre el papel de Babá. Habrá que ver cuánto tarda en despertar, puesto que lo pagado el pasado mes de enero por él y lo demostrado hasta el momento están pesando en la opinión de la afición. Sus compañeros, por el momento, están con él.

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