"La plantilla del Betis no es inferior"
El derbi sevillano
Miguel Guillén asume que el Sevilla es favorito por jugar en casa, por presupuesto y porque así lo dicen las apuestas. El presidente verdiblanco, empero, defiende la calidad de sus futbolistas y de su entrenador frente a los de los nervionenses.
La pregunta no es nada rebuscada. Nadie obtuvo el Pulitzer de Periodismo en la tertulia de Radio Marca en el restaurante La Mafia por formularla, pero la respuesta de Miguel Guillén sí hizo que en el fondo albergase más miga de la que se podía sospechar. Lógicamente, el presidente verdiblanco la esperaba. Sabía que, tarde o temprano, caería y su discurso se vio meditado, quizá hasta ensayado, pero no por ello hay que dejar de reconocer que ha sido el más adecuado. Y, seguramente, el que sea adoptado por el resto de profesionales de la entidad en una semana en la que cada frase será escrutada seguramente hasta el infinito.
Evidentemente, la pregunta es la que marcan los cánones en partidos de la máxima rivalidad: ¿Cree que el Sevilla es favorito? La contestación del máximo mandatario de los verdiblancos es admitir la superioridad del eterno rival en diversos supuestos menos en el fundamental y, además, el que a él le interesa, es decir, el que afecta a sus futbolistas y, de paso, les facilita la vía de escape necesaria para que se harten de decir que no se sienten peor equipo que nadie, en este caso que el Sevilla.
"Creo que sí, que el Sevilla es favorito porque el partido se juega en el Sánchez-Pizjuán y allí ningún partido es fácil. Además, la mayoría se ha resuelto a favor del Sevilla. Pero hay otra realidad que es el sistema de apuestas y en éste la victoria del Betis se paga a 5,40 euros por cada uno apostado y la del Sevilla, a 1,60 euros aproximadamente. Por eso si hay que hablar de un favorito si lo hubiere habría que señalar al Sevilla, aunque todos sabemos que en un derbi las cosas no son exactamente así", argumenta Guillén en primera instancia.
Se le inquiere, seguidamente, por el mayor presupuesto del Sevilla, destinado a empresas que garanticen como mínimo una competición europea, y por una plantilla confeccionada a tal efecto. Y es en este punto donde el presidente verdiblanco se muestra firme y defiende a su gente. "Por presupuesto es lógico y razonable pensar también que el Sevilla es favorito, pero por plantilla es relativo, porque el dinero no lo es todo en el fútbol y yo no voy a decir que mi plantilla es inferior a la del Sevilla, porque además eso no lo tengo tan claro", añade con vehemencia Guillén, muy orgulloso de un vestuario sobre el que, en otro instante de la conversación, ejerció una defensa rayana en la admiración. Y eso que no quiso entrar a valorar palabras añejas como las de Marcelino, ni decir si el Betis estaba capacitado para competir con su eterno rival. "No voy a entrar a valorar declaraciones de otras personas, porque el Betis tiene una liga muy particular consigo mismo que es la de demostrarse que está a la altura de otros de Primera División. Creo que llevamos el camino correcto y con humildad; eso nos va a llevar a lograr objetivos importantísimos", reseña.
Esa humildad que pregona es, sencillamente, la base de un grupo humano sano. "No sabría decir los objetivos del Sevilla, pero sí que mi plantilla forma un vestuario excepcional, en el que todos los futbolistas están implicados, en el que no existen grandes estrellas ni nadie resalta y en el que todos hacen gala de su compromiso y son conscientes de la situación del club, y lo sienten. En el fútbol el dinero no lo es todo, sino el compromiso y la profesionalidad y, en este sentido, este vestuario está fuera de lo normal", valora Guillén.
Evidentemente, el artífice en gran medida de este logro atiende por Pepe Mel, a quien su presidente nunca deja al margen. "No podemos negar que Pepe Mel ha crecido en el Betis y el equipo con él también. Se trata de un entrenador absolutamente consolidado y con unas perspectivas de futuro inmejorables", comenta.
Ni el calendario, que enseguida adquiere su rampa más empinada con las visitas consecutivas de Madrid y Barcelona, apaga el discurso de Guillén. "Es complicado, pero estoy convencido de que no se va a dar una racha negativa como la de la temporada pasada. Además, el Betis se crece en estos partidos y suele dar alegrías porque hace lo que nadie se espera", avisa el mandatario, quien se felicita también por la normalización de las relaciones, que desembocarán en que haya al menos 1.300 aficionados béticos en Nervión el domingo: "Es el resultado de dos años en el que las relaciones se han normalizado y ya el año pasado las aficiones se comportaron de manera ejemplar y, como hermanos que somos, dejamos la rivalidad para el campo".
Y, pese a la última derrota, Guillén firma llegar al derbi como lo hace su equipo. "Todos sabíamos que podíamos meter la pata el otro día, pero las sensaciones son buenas y hay muchas ilusiones puestas en este equipo", apostilla.
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