El pentecostés de Unai Emery

El próximo 3 de abril, el Sevilla retoma la competición con la jornada trigésima primera de Liga ante la Real Sociedad en el Ramón Sánchez-Pizjuán. A partir de ese momento, Unai Emery vivirá una especie de pentecostés, con su día cenital el 22 de mayo, cuando se celebra en Madrid la final de la Copa del Rey. En este periodo de 50 días, tiempo que en la tradición católica separa el Domingo de Resurrección de la venida del Espíritu Santo, Emery no puede distraerse con fiestas pascuales ni romerías rocieras. El técnico de Fuenterrabía está obligado a hilar finísimo, porque su equipo, castigado por la fatiga como pusieron de manifiesto las lesiones de distinto rasero de Vitolo, Konoplyanka, N'Zonzi y Krohn-Dheli (tres de los jugadores más usados y el primero en la lista de suplentes), se juega la vida en los tres frentes.

El mérito del entrenador sevillista es que, por segunda temporada consecutiva, su equipo jugará nada menos que 60 partidos oficiales en el curso 15-16. Y todavía puede alcanzar el hito del Sevilla de Juande Ramos, que jugó nada menos que 63 citas en la histórica campaña 06-07. Para ello debería eliminar al Athletic de Bilbao y también al rival que le tocase en las hipotéticas semifinales de la Europa League. En el complicado y difícil supuesto de que el Sevilla jugara su tercera final europea consecutiva, el Sevilla correría el riesgo de llegar asfixiado a esas dos finales, fijadas además en la misma semana, el 18 de mayo la europea y la copera, el 22 de mayo.

Cabe recordar que el Sevilla de Juande sufrió de lo lindo aquel sábado 23 de junio de 2007 en la final que disputó en el Bernabéu ante miles de enfervorecidos sevillistas. Ganó por 1-0, gol de Kanoute, casi con sangre, sudor y lágrimas, se podría decir. De aquel partido cuentan desde dentro que Javi Navarro, con la rodilla ya tocadísima, tuvo que coger por la solapilla de la camiseta a algún jugador en el descanso porque el equipo ya no daba más de sí. Y, además, aquel equipo legendario se dejó su aspiración elevadísima a pelear por el título de Liga fallando en partidos a domicilio mientras iba apeando a rivales en la UEFA. Juande se vio obligado a rotar con el gigante franco-malí y con Luis Fabiano falló en campos como el del Gimnàstic, Osasuna, Mestalla, Bernabéu... y Mallorca, aquel maldito partido.

Con todo, firmó la mejor temporada de la historia del club, con un tercer puesto liguero, la Copa y la UEFA, conquistada, también con sangre, sudor y lágrimas, ante el Espanyol en la tanda de penaltis.

El Sevilla actual acumula ya 49 partidos y aún mantiene el reto de alcanzar el cuarto puesto, aunque estando a seis puntos del Villarreal a falta de 24 por disputar, cada vez es más complicado. A los 30 partidos de Liga hay que sumar 6 de Champions, 4 de UEFA y 8 de Copa. De esos 49 partidos, ha ganado 24, ha empatado 11 y ha perdido 14. Y su gran rémora sigue siendo su balance a domicilio, tanto en Liga como en Europa.

En abril, y después del oportunísimo parón de Semana Santa, este equipo debe ir recuperando a gente principal, Vitolo, Konoplyanka, N'Zonzi, Krohn-Dehli..., tras haberlo hecho con Krychowiak. Y Emery tendrá que repartir los esfuerzos mejor que nunca, porque el Sevilla disputa nada menos que 7 partidos en este mes entrante, como mínimo, cinco de Liga, incluido el derbi, y dos de UEL.

El equipo de Emery, que llegó al parón pidiendo árnica, se reencontrará con la competición ante la Real Sociedad, el domingo, 3 de abril. A partir de ahí, tendrá dos partidos por semana. San Mamés (UEL), Mestalla, Athletic (UEL) y Deportivo en casa, visita al Sporting el miércoles 20 de abril, ya que la jornada trigésima cuarta es intersemanal, justo antes del derbi en Nervión, cuyo horario está aún por definir.

En el caso de que el Sevilla eliminase al Athletic, tendría la ida de las semifinales de la Liga Europa justo después del derbi, el jueves 28 de abril, lo que completaría un total de 8 partidos en 26 días del mes que entra.

En mayo, el calendario es algo más liviano. De momento, el equipo que adiestra el grupo de trabajo de Emery no tiene programados partidos intersemanales y juega una cita a la semana: 1 de mayo, Cornellà; el día 8, Sevilla-Granada; y el 15, cierre a la Liga en San Mamés antes de la final de Copa el 22 de mayo. Pero si le diera por eliminar al Athletic, jugaría la vuelta de la semifinal el jueves 5 de mayo. Y aún podría jugar la final y llenar uno de los dos huecos del mes entre semana, el miércoles 18 de mayo. Para tener mínimas garantías de éxito en alguno de los tres frentes, la rotación debe ser acertadísima, e incluso puede ofrecer alguna rareza en determinada alineación, como ocurrió en el Bernabéu con dos laterales como interiores, con Reyes como único mediapunta sano. Es el precio, o la consecuencia, de estar en tres competiciones a estas alturas.