La pelota, en el tejado del Sevilla

El secreto mejor guardado en estos momentos en Sevilla está en la cabeza de Unai Emery. O no, o ni siquiera el entrenador de moda en Europa sabe a ciencia cierta dónde estará la temporada que viene. Mientras el Sevilla espera, el técnico que ha conquistado consecutivamente dos títulos de la Liga Europa juega sus cartas y escucha ofertas que va a valorar antes de decidir.

El vasco se reunió este lunes en Madrid con el presidente del Nápoles, Aurelio de Laurentiis, y el consejero delegado, Andrea Chiavelli, quienes le presentaron un proyecto deportivo de futuro que giraría en torno a Emery. Con José Castro y Monchi esperando noticias y dispuestos a que el edificio construido por el propio Emery no se caiga ahora que su crecimiento se antoja imparable, el preparador está recopilando todos los datos posibles para no equivocarse en la que considera la decisión posiblemente más importante de su carrera como entrenador de élite.

El Nápoles ha puesto encima de la mesa una propuesta irrechazable para cualquier técnico. Finalizado el ciclo de Rafa Benítez y con la decepción final de quedarse sin la Liga de Campeones, De Laurentiis necesita reactivar a lo grande un proyecto que seduce a Emery pero que quizá no acaba de convencerlo del todo. O sí. La oferta económica es muy fuerte -algunos foros aseguraban que de tres temporadas a razón de tres millones de euros cada una-, a lo que habría que añadir un millón y medio más de pago al Sevilla para liberar su contrato, pero no todo es el dinero y el técnico que ha vivido un año irrepetible en el Sevilla lo sabe.

El vasco ha ido comunicando uno por uno sus pasos al club con el que todavía mantiene un contrato firmado y ha emplazado al Nápoles a darle una respuesta después de hablar con el Sevilla. Lógicamente, Emery desea conocer de primera mano cuál es la idea de Monchi y Castro y qué puede ofrecerle una sociedad en la que se ha sentido muy querido y valorado. Entiende el entrenador de Fuenterrabía que la química que ha encontrado con la afición sevillista -en la segunda mitad de la temporada, todo hay que decirlo- difícilmente la va a hallar en otro sitio, aunque también es cierto que un profesional tiene que valorar otras cosas y a veces el corazón es el peor enemigo del crecimiento.

En el Sevilla están convencidos de que Unai Emery va a dar el sí y acabará comunicando que va a respetar el contrato que matemáticamente quedó prorrogado tras la clasificación para una nueva competición europea, en este caso la Liga de Campeones aunque en la Liga ya cerró este objetivo con la consecución del quinto puesto varias jornadas antes del final del torneo, concretamente en la visita del Málaga. Pero el entrenador puede que no lo tenga tan claro. Sabedor de que ha dejado el listón muy alto, también es cierto que a nadie le amarga el dulce de entrenar al Sevilla en el escaparate de la Champions. Lo que sí querrá saber es con qué garantías el equipo de Nervión va a competir en una competición muy exigente que, además, desgasta muchísimo para la Liga.

En este sentido, todo dependerá de la próxima reunión que mantenga con el Sevilla y de lo que Castro le pueda prometer tanto en lo deportivo como en lo económico. El club está dispuesto a hacer un esfuerzo y no desaprovechar la ocasión de crecer definitivamente reforzando más que debilitando una plantilla que en los últimos años pierde a sus mejores exponentes. El Sevilla espera, Emery espera, el Nápoles espera... y el sevillismo, mientras, se come las uñas ante la incertidumbre. Y todo, contando con que el técnico no maneje una oferta (o aparezca en este impasse) de un club de Champions.

A última hora de este lunes en la prensa napolitana se desvelaban algunos detalles más de la reunión, como que Emery había pedido a Mbia y Banega en el proyecto, y que el Nápoles empieza a apostar por el técnico de la Sampdoria, Mihajlovic, como alternativa.

El club destaca su seriedad y que "siempre cumplió" lo que dijo

A la espera de una decisión, el Sevilla no quiere presionar a Emery, pero tampoco desea que todo se prolongue en el tiempo demasiado para poder planificar con garantías la próxima temporada, sobre todo si decide elegir un camino distinto al Sevilla en el futuro. En este sentido, José Castro se queda con lo hablado con el entrenador en privado. "Con independencia de todos los movimientos, nuestro entrenador tiene un contrato de una temporada más. Creo que Emery es un tipo listo, un tipo inteligente, un tipo serio, porque siempre ha cumplido lo que ha dicho… Tiene una temporada más, que yo creo que va a cumplir, con independencia de que luego se le pueda hacer un contrato mayor, porque estamos muy contentos y queremos seguir haciendo un proyecto con él, porque ha conseguido no sólo títulos, sino además entender la idiosincrasia del Sevilla". El mensaje de Castro tiene como objetivo remover de alguna manera la conciencia del de Fuenterrabía, que en la euforia de la fiesta de celebración dejó entrever, sin afirmarlo, que estaba dispuesto a seguir.