Una peligrosa obligación

Liga europa · previa

El Sevilla, contra el autofavoritismo y un rival que buscará sorprender desde un repliegue sin el menor complejo. Controlar la ansiedad y el aliento externo, claves para el pase a cuartos.

La plantilla sevillista realiza la activación muscular en el calentamiento de ayer en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán.
Jesús Alba

17 de marzo 2016 - 05:02

Esto de hoy, si no se tratara del Basilea sino de un club con pedigrí europeo el enemigo que está al otro rincón, es de partido grande. A veces conviene recordar de dónde venimos para saber bien hacia dónde vamos. Por duelos como éste no hace mucho que el sevillismo sentía mariposas en el estómago. Ahora no, ahora se limita en un amplio sector a meter presión a los profesionales que tienen que sacar la eliminatoria adelante simple y llanamente por el hecho de entender -siempre unilateralmente- que el partido está ganado, que el Sevilla no tiene ni el derecho siquiera de pasar apuros frente al Basilea porque es el favorito mayor del reino y que ya demasiada concesión hizo el equipo de Emery con no resolver el emparejamiento en Suiza (0-0).

Y está muy equivocado el sevillismo y todos los que piensen así. Todas las victorias hay que currárselas, mucho más en Europa y a estas alturas de la competición. El Sevilla por ser tetracampeón, por haber ganado los dos últimos títulos de Europa League, por venir de la Champions... sigue empezando los partidos con cero a cero en el marcador y eso lo tienen que tener metido en la cabeza tanto los profesionales como los que los alientan desde fuera. Emery advirtió ayer que el Sánchez-Pizjuán será importantísimo en el duelo ante los suizos, un equipo que si ya salió muy replegado en el partido de ida buscando pillar al Sevilla al contraataque, ¿qué habrá de esperar en su visita a un escenario que asusta por sus números?

Encima, llegan los helvéticos con una pieza esencial en ese modelo de juego, un puñal de puro nervio y músculo como Embolo, con el que los zagueros nervionenses se ahorraron alguna carrera en la ida por su ausencia. El Basilea va a jugar a eso. Consciente de la que se le va a venir encima con el juego por fuera y por dentro de los de Emery donde más a gusto están, en Nervión, el técnico azulgrana plantará muy atrás sus dos líneas de cuatro -y hasta de cinco- para cerrar todos los huecos posibles. Ahogar a Banega será la segunda premisa, aunque el argentino, como en St. Jacob Park y hace cuatro días contra el Villarreal, se tirará más atrás para poner su sello ya en zona de iniciación.

En el Sevilla están deseando que llegue el parón. La fatiga muscular tras dos meses compitiendo cada cuatro días se ha cobrado varias víctimas que hoy se van a hacer notar. Dentro de lo malo, que N'Zonzi, al estar sancionado, sea uno de ellos mitiga de alguna manera una situación que obliga al entrenador a confiar en futbolistas que no han tenido presencia en citas claves. Vitolo y Konoplyanka, aparte del centrocampista francés, tampoco pueden ser llamados a filas, con lo que, por ejemplo, las opciones se le reducen notablemente al entrenador guipuzcoano en la línea de tres cuartos, donde Reyes, después de no aprovechar la oportunidad ante el Eibar aunque sí ayudó en el ratito que tuvo frente al Villarreal, puede volver a tenerla. O a lo mejor no.

Como a lo mejor es el día de la reaparición de Krychowiak. Muchos lo dan por seguro porque el propio jugador polaco se ha ofrecido porque no hay donde escoger, pero para nada está tan claro. Es evidente que será celebrado el día que vuelva por la presencia que tiene, pero en el vestuario hay un miedo atroz a precipitarse con esta historia, por lo que habría que ponerlo muy en cuerentena.

Es verdad que lo que está en juego -pasar a cuartos de final- es muy grande, pero precisamente por eso Emery quiere a futbolistas en plenitud y en garantías y no bastan las sensaciones que se tengan desde fuera. Igual que desde fuera hay el convencimiento de que el Sevilla tiene la obligación de pasar cosiendo y cantando. Y ésa es una peligrosa obligación.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último

Solistas ROSS | Crítica

Cuando la muerte es amable