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El paso adelante no llega

Al Sevilla sólo le queda una bala, en Granada y ya en 2016, para no quedarse sin ganar a domicilio en la primera vuelta. El equipo de Emery sigue sin suficiente personalidad fuera

La plantilla del Sevilla, con el presidente del club y el cuerpo técnico en el centro, posa para la foto oficial 15-16, en el estadio.
Eduardo Florido Sevilla

22 de diciembre 2015 - 05:02

Por hache o por be... o por ce, el Sevilla va a concluir el año 2015 sin haber ganado ni un solo partido liguero fuera, ni uno oficial salvo la excepción muy puntual de Logroño. Al equipo de Unai Emery ya sólo le queda una bala, la de Los Cármenes, para no cerrar una primera vuelta con el dudoso honor de no haber sumado ni una victoria a domicilio, muy precario bagaje para luchar por altas cotas en la Liga. Y será ya en 2016, el próximo 3 de enero... y en vísperas del derbi copero. De nuevo se le aparecerá como un reiterativo fantasma a este equipo una excusa para no ir de verdad por el rival de turno cada vez que ha tenido que jugar lejos del Ramón Sánchez-Pizjuán. Porque siempre ha tenido alguna.

Varios son los factores que hancontribuido a que el Sevilla sólo haya cosechado cinco empates y tres derrotas en sus ocho visitas ligueras, a los que habría que sumar otras tres derrotas en la Liga de Campeones. En primer lugar, no se puede obviar que la plantilla, otra vez con casi la mitad de piezas nuevas y por acoplar, ha sufrido una importante plaga de lesiones, tanto musculares como traumáticas, que tuvo su pico el 30 de septiembre, con hasta nueve bajas en la visita a la Juventus. Sin embargo, al margen de las perennes ausencias de Pareja, Carriço y Beto, el equipo ha ido recuperando efectivos y no por ello sus prestaciones a domicilio han mejorado como para cantar por fin una victoria.

En segundo lugar, ha influido decisivamente la imbricación en el calendario liguero de los partidos de la Champions, con un elevadísimo nivel debido a la dureza del grupo D. Más de una vez, Unai Emery ha tenido que reservar piezas para el siguiente partido europeo, más temprano que cuando jugaba la Liga Europa, es decir, martes o miércoles en lugar de jueves. Por ejemplo, Banega sólo ha jugado tres partidos lejos de Nervión en la Liga y ya ha quedado en evidencia que es una pieza fundamental para la fase ofensiva del Sevilla. El argentino, además, se perdió la cita con el Levante debido que la LFP pasó por alto que el Sevilla tenía internacionales fuera y ubicó aquella cita en viernes. Y luego no estuvo en Las Palmas por un esguince de rodilla. En Villarreal, tras jugar con Argentina y antes de recibir al City, se quedó fuera. Tampoco lo hizo en Anoeta al no entrar en el previsto carrusel de cambios por la lesión de Andreolli en vísperas del partido en Alemania. Y a Riazor, antes de una final ante la Juventus, ni siquiera viajó. En concreto, Banega sólo jugó en Málaga, Eibar y Heliópolis; al menos, no perdió el Sevilla

En tercer lugar, no hay que desdeñar la pérdida de eficacia goleadora del equipo. Con similares llegadas, el Sevilla de los anteriores cursos marcaba mucho más goles. La falta de definición volvió a ponerse en evidencia en el derbi, con dos claros mano a mano que Gameiro erró, o paró Adán. A diferencia de Banega, el francés sí ha jugado todos los partidos fuera, aunque en Las Palmas y Anoeta fue suplente, y sólo uno de sus siete goles fue a domicilio, en Éibar. N'Zonzi, Llorente e Iborra marcaron los otros tres tantos fuera.

A estos factores une le falta de personalidad para imponer su calidad a domicilio, donde hasta ahora el Sevilla ha jugado con rivales en teoría inferiores, salvo un igual como el Villarreal. La evolución positiva en defensa, con un solo tanto encajado en los últimos siete partidos oficiales, contrasta con la falta de carácter para imponerse como viajero. Y en la segunda vuelta debe visitar a todos los grandes y también al Celta...

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