Un parón muy fructífero
El Sevilla, con sólo cuatro internacionales fuera, aprovecha el receso para recuperar efectivos, pulir el juego y aunar el grupo Llorente, que trabaja al margen, evoluciona de forma positiva
Mucho diálogo, balón, trabajo físico, más diálogo, entrenamientos invisibles y recuperación de efectivos. El Sevilla regresará a la competición el sábado 17 de octubre con las pilas bien cargadas después de un parón muy fructífero en el que incluso ha habido tiempo para una jornada de asueto en Utrera, pádel y almuerzo de convivencia, auspiciado por el capitán del equipo, Reyes. ¿Garantiza ganar en Éibar saltarse el rutinario programa de entrenamientos para realizar un torneo de pádel? No, rotundamente no. Pero, tras la liberadora victoria ante el Barcelona, la lúdica jornada de la que que disfrutó el jueves la plantilla del Sevilla más el trabajo sosegado en la intimidad de la ciudad deportiva sí que ayudan a cohesionar un grupo cuya unión se había puesto en entredicho por los malos resultados y los malos rumores.
Unai Emery ha recibido como agua de mayo este lapso de tiempo tras tanta tensión acumulada y lo está aprovechando al máximo, con un buen número de futbolistas a su alcance. Ayer fue el último entrenamiento de la primera semana y los jugadores disfrutarán ahora de un fin de semana de relax. Apenas la incertidumbre sobre alguna lesión supone un punto de incertidumbre, sobre todo en lo que respecta a Llorente. El riojano arrastra molestias en el aductor y no se ha ejercitado con el grupo en toda la semana. Se le realizaron pruebas radiológicas que descartaron la rotura fibrilar y está haciendo trabajo en descarga al margen. Hay optimismo sobre su evolución y podría unirse al grupo al principio de la semana que viene, al igual que otros jugadores que están en la última fase de su recuperación.
A diferencia del anterior parón liguero, en el que hubo hasta nueve internacionales fuera, o incluso de parones similares en anteriores temporadas, el entrenador sevillista está trabajando con casi toda la plantilla bajo su control. Actualmente, tras la desconvocatoria de Tremoulinas por Francia debido a su golpe en el recto anterior, sólo hay cuatro sevillistas fuera con sus respectivas selecciones: Sergio Rico, Krychowiak, Krohn-Dehli y Konoplyanka. El español y el ucraniano se verán las caras el lunes en Kiev y serán los últimos en incorporarse a los entrenamientos. El polaco se la juega mañana ante Irlanda en Varsovia y el danés afronta un tranquilo amistoso en Copenhague frente a Francia, también mañana. Otros internacionales como Vitolo, Immobile y Banega están trabajando en la ciudad deportiva, así como Beto, otro que se recupera de su lesión al igual que el argentino. Y esto, el trabajo sosegado en la ciudad deportiva, también suma después de todo lo que se rumoreó la semana previa al triunfo ante el Barcelona, que sirvió para que el equipo reivindicara su unión y mostrara públicamente su rechazo a tanto bulo malinentencionado.
Al principio de la semana que viene varios de los jugadores lesionados se reincorporarán al trabajo normal de grupo. No sólo Tremoulinas tras su pequeño percance ante el Barça, sino dos pilares de la plantilla como Rami y Banega, que afrontan estos días el final de su plena recuperación tras sendas lesiones, muscular el francés y traumática de rodilla el argentino. Kakuta también está llamado a reiniciar su adaptación al equipo después de su extraño episodio en el Ciudad de Valencia.
El largo receso también está siendo aprovechado por Emery para aclarar ideas, pulir defectos en el juego y acentuar el acoplamiento de los nuevos a esa idea base que trata de recuperar el técnico y de la que ya hubo atisbos ante el Barcelona. Han sido días de mucho diálogo también. De Emery con los jugadores o con Monchi y Óscar Arias. Después de visitar al Eibar, el Sevilla abre una fase de la temporada que puede ser trascendental, las visitas a City y Mönchengladbach en Champions, al Villarreal en Liga, y dos platos fuertes en el Sánchez-Pizjuán, Madrid y Valencia, ya en noviembre.
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