Lo más parecido a una final

Poder apear al campeón, ser el anfitrión el 18 de mayo, sus tablas europeas... el Basilea entraña más peligro del que inspira su nombre

El delantero Embolo (centro), gran novedad esta noche en el Basilea, ayer en el Sánchez-Pizjuán junto a Traoré.
El delantero Embolo (centro), gran novedad esta noche en el Basilea, ayer en el Sánchez-Pizjuán junto a Traoré.
J. A. S. Sevilla

17 de marzo 2016 - 05:02

El FC Basilea 1893 será esta noche el primer equipo suizo que holle la hierba del Pizjuán en competición europea. No será el primer helvético, ya que el 29 de noviembre de 2006, el equipo que iba camino de alzar su segundo título con Juande visitó Zúrich para golear al Grasshopper (0-4) en una de aquellas liguillas sin partidos de ida y vuelta.

Dos factores hacen especialmente peligrosos a los suizos: ser los anfitriones de la final, lo que les da un plus de motivación, y el 0-0 de la ida, un resultado cada vez más ventajoso, en el fútbol moderno, para el que juega la vuelta fuera.

¿Y por qué están encantados los centroeuropeos con ese empate sin goles? Porque hace una semana evidenciaron que están cómodos bajo el repliegue intensivo. Tienen un buen portero en el checo Vaclik, dos laterales que obturaron las bandas, Lang y Safari, y dos centrales de barba cerrada, Suchy y el hoy ausente Samuel. Además, los medios redondean un buen orden táctico para dejarse querer y salir a la contra, lo que hoy harán en mayor medida porque recuperan a su hombre más rápido y con más llegada, el jovencísimo Breen Embolo.

El Basilea no tiene el glamour de otros, tampoco mucho potencial técnico, pero sus tablas a nivel continental están ahí. Es un habitual, incluso juega liguilla de Champions con toda naturalidad -el pasado verano cayó en el play off previo ante el Maccabi Tel Aviv, 2-2 en Suiza y 1-1 en Israel, después de haber apeado al Lech Poznan polaco-, y no se va a dejar impresionar por el ambiente de Nervión.

La competición doméstica no le ha restado un ápice de concentración en el estimulante reto de dejar en la cuneta al actual campeón de la Europa League, pues hace tiempo que tiene su liga virtualmente ganada. A falta de doce jornadas, disfruta de 14 puntos de ventaja sobre el Young Boys, su perseguidor, y además los líderes tienen un partido menos.

Todo apunta, pues, a que el Basilea jugará esta noche lo más parecido a una final... en espera de ver cumplido su sueño de jugar ese pulso definitivo por el título el próximo 18 de mayo, en su propio hogar.

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