Como once lobos

Capi y Sergio García pueden ser las grandes novedades que presente el once del Betis frente al Almería, mañana, en esa especie de sí o sí en la que el desmañado equipo verdiblanco ha convertido los partidos de su recta final.

En el Vale do Lobo anda el Betis desde la atardecida del jueves y aquí se esfuerza José María Nogués por dar los últimos ajustes a su once y, a la par, dotar a los futbolistas del sosiego necesario para encarar una cita de tamaña trascendencia. Y como once lobos deben salir los elegidos por un técnico que ayer dedicó la mañana a un completo entrenamiento en las faldas de Loulé, junto al mar, a unos cincuenta kilómetros de la frontera con España.

Sólo el estado físico de algunos futbolistas pudiera condicionar los planes del técnico barcelonés, quien, a tenor de los ensayos tácticos efectuados por estos andurriales, da la impresión de tener en la cabeza ya el equipo, con el regreso del camero, el alma de este Betis que tanto necesita eso, alma, como principal novedad.

Sorprendió ver en una parte de la práctica a Melli como lateral derecho y a Rivas formando tándem central con Juanito, pero todo hace indicar que a la hora de autos Nelson será el siguiente a Ricardo en la alineación y compartirá zaga con Melli, Juanito y Fernando Vega.

Siempre con un 4-2-3-1 como base de todos los ejercicios, la pareja de medio centros más fiable es la que compusieron Arzu y Capi. El canterano Cañas es baja, aunque realiza mínimas carreras y estiramientos, y Juande y Rivera se entienden a esas alturas como recambios durante el choque.

El lío viene arriba. Sobre todo porque Sergio García se ha recuperado y el catalán, a quien Nogués conoce perfectamente, debe tener sitio entre los titulares porque dejó el equipo hace un mes siendo el máximo goleador y este Betis apenas ha perforado las mallas contrarias una vez en sus últimas cuatro comparecencias. El internacional regresaría al once ocupando sitio en la banda derecha, con Emana y Mark González en la misma línea y Oliveira, en principio, en la punta de ataque.

Empero, se antoja difícil que Edu vuelva a quedarse en el banquillo. El brasileño, apto para jugar en cualquiera de las cuatro posiciones del ataque, es el azote de los anteriores y podría salir de inicio por Sergio García, si éste no tuviese la forma idónea tras su lesión, e incluso por Mark González u Oliveira, ambos aquejados de pequeñas molestias físicas sin importancia.

Sea como fuere, el espíritu tranquilo que aquí se respira da la impresión de ser el antídoto perfecto contra la crispación existente a primeros de semana en Sevilla, e incluso la que pueda surgir en Heliópolis al primer contratiempo. Para ello, desde la calma, en el Algarve, once hombres y algunos más se preparan para convertirse en lobos en la cita de mañana. Porque, sin carácter, con la indolencia de ayer, el Betis va como un cordero al degolladero.