La nueva zaga y su examen continuo
El dúo Andreolli-Kolodziejczak, tras su limpia actuación ante Levante y Borussia, afronta una nueva prueba frente al tridente del Celta: Orellana, Iago Aspas y Nolito. Será la línea con menos rotación hasta el parón.
La nueva zaga del Sevilla, precoz en su adaptación por el cúmulo de bajas en la posición de central, está obligada a una evaluación constante coincidiendo con el periodo de más concentración de partidos. Andreolli se tuvo que poner a jugar nada más llegar, después de haber participado en apenas diez partidos de la Serie A con el Inter en las dos últimas campañas. Y Kolodziejczak recuperó a la fuerza la confianza que parecía haber perdido por parte de Emery en este inicio de curso tan ajetreado. El italiano aterrizó en Sevilla el mismo día que se conoció que Carriço estaría dos meses de baja por una rotura muscular. Una semana después, antes de que la competición retomara el pulso tras el primer parón, fue Rami el que sufrió otra rotura fibrilar. En el Ciudad de Valencia debutó el ex interista junto al francés. Y repitieron con éxito frente al Borussia Mönchengladbach.
Sus dos primeras comparecencias estuvieron marcadas por la ausencia de sobresaltos. Más allá del frustrante empate con el Levante, el Sevilla sufrió pocos ataques y los dos centrales tuvieron una aseada actuación en su estreno como nueva pareja. El tanto de Camarasa partió de un desajuste en el flanco izquierdo, donde Konoplyanka ayudó poco a un desacertado Tremoulinas. Y ante los alemanes, hubo muy poco tráfico en el área sevillista. Las contras del Mönchengladbach se toparon con el buen trabajo de Krychowiak y N'Zonzi en la medular. Ahora llega la tercera prueba para el flamante dúo, un Celta que tiene en su rápido contragolpe y en la movilidad de sus piezas de ataque sus principales armas ofensivas.
El trío que forman Orellana, Iago Aspas y Nolito se presentará en el Ramón Sánchez-Pizjuán como una buena prueba para medir el rápido acoplamiento al que están llamados Andreolli y Kolodziejczak. El regreso de Iago Aspas a Nervión también supone una ocasión inmejorable para comprobar cómo se compenetran el italiano y el francés. El gallego llegará con una motivación extra, independientemente de sus elegantes palabras sobre su paso por el Sevilla y su relación con Unai Emery. Y calidad tiene para reivindicarse en un escenario que apenas disfrutó de sus cualidades para ver los espacios y buscar los resquicios. El ex sevillista estará flanqueado por la derecha por Orellana y por la izquierda por Nolito y la permuta de posiciones de esos tres hombres, el tridente en el que confía Berizzo para su ataque, ofrecen un test ideal para comprobar la evolución de la zaga sevillista.
Sobre el papel, y según lo ofrecido por Andreolli y Kolodziejczak, ambos pueden ofrecer un rendimiento complementario muy eficaz, dada la sobriedad y la cultura táctica del italiano, más hecho para ir al choque y mantener la posición, y la mayor rapidez y agilidad del francés para ir a los cruces, a lo que suma su soltura con el balón en los pies.
El Sevilla afronta cinco partidos hasta el próximo parón liguero y en ellos Emery podrá realizar rotaciones salvo en el eje de su zaga. Pero esta obligación refuerza el axioma futbolístico de que no hay mejor forma de cimentar una buena defensa que no tocarla. El técnico sevillista tendrá que afrontar este ciclo sin Carriço ni Rami. Las visitas a la Juventus, el 30 de septiembre, y la llegada a Nervión del Barcelona, el sábado 4 de octutre, justo antes del parón, son las principales amenazas en esta apretada fase de la temporada. El 21 de octubre toca viaje a Manchester para la tercera jornada del Grupo D, aunque para esa fecha podría estar Rami.
Es posible que en los otros dos partidos de Liga de menos nivel que completan este ciclo, en Las Palmas y ante el Rayo, Emery sí opte por dar refresco a Coke y Tremoulinas. Mariano apenas ha gozado de dos ratos y Escudero aún no ha estrenado ni convocatoria. Pero los centrales serán inteocables hasta el parón.
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