La normalidad, también en el día después

Casi cinco horas y media pasó de examen el consejo de administración del Betis en la Junta General de accionistas del pasado lunes, donde el club presentó unas cuentas aprobadas y elogiadas por amplia mayoría y donde las quejas llegaron en el apartado social, pero siempre desde un punto de vista constructivo. Y si la Junta destacó por su tranquilidad, el día después también, con unas plataformas que valoraron positivamente lo sucedido en el Hotel Al-Andalus.

"Aparecieron voces críticas y así debe ser. El Betis está en construcción, con cosas que se están haciendo bien pero en lo social queda mucho para colocar a la institución Real Betis Balompié a la altura de su afición. La Junta fue una bendita monotonía de la normalidad, con un consejo razonable que celebró una Junta razonable. El barco está bien orientado y el futuro es nuestro", manifestó Miguel Cuéllar, presidente de la Fundación Heliópolis, que también lanzó su apoyo a Miguel Guillén: "Ser presidente en este periodo tan complicado genera un desgaste brutal. Hay que alabarle su valentía y agradecerle el esfuerzo que está realizando. Pasará a la mejor historia del Betis, como el que metió al club en el siglo XXI. Hay que empujarle y alentarle a seguir en el empeño".

De una opinión parecida era Emilio Soto, portavoz de Béticos por el Villamarín, que incidió en la diferencia con respecto a juntas anteriores. "Bendito aburrimiento, como tienen que ser las cosas en un club donde ahora sólo pasan cosas de índole deportivo y económico. Se aprobaron las cuentas, que se están haciendo moderadamente bien y naturalmente tiene que haber críticas", manifestó Soto, que también cargó duramente contra el ex consejero Manuel Castaño: "Por afinidad económica, cariño o afecto se entiende que siga cercano a Lopera, lo que no tiene explicación es que lo haga con Luis Oliver".