Un negocio para todos

"Nos vamos a sentar, vamos a hablar y después vamos a ver cómo lo podemos hacer. Toda la gente que me conoce sabe que estoy disfrutando aquí y que lo más bonito es poder ser parte del Sevilla", decía Rakitic hace sólo unos días a los medios oficiales del club. Y esta misma semana, el presidente en funciones, José Castro, se refería al futuro del centrocampista suizo-croata de la siguiente manera: "Es un jugador que está súper contento en el Sevilla, como lo viene diciendo, que está contento en el club. Yo me he reunido con él para ver cómo estaba y está perfectamente. Estamos esperando a que llegue su representante para intentar renovarlo y que esté muchos años en el Sevilla".

Entre las dos declaraciones se pueden extraer muchos matices y lo cierto es que en materia de negociaciones en el fútbol muchas veces se llega a un compromiso verbal que después, por las razones que sean, no se cumplen, pero la intención de ambas partes es que la operación sea un negocio para todos, que todos queden contento y, si encima, la afición se tranquiliza, pues mejor que mejor.

Las primeras conversaciones, en las que no ha intervenido aún el representante del jugador, que es su hermano, han ido por la idea de ir de la mano. Rakitic acaba contrato en junio de 2015 y el compromiso sería firmar una ampliación de contrato ahora con el lógico incremento de sueldo y de la cláusula de rescisión, pero con la promesa de aceptar la primera oferta fuerte que llegue al club el próximo verano. El futbolista se queda tranquilo porque se ve valorado, el club tiene las espaldas cubiertas para poder exigir más en una negociación con más temporadas de margen hasta el fin de su contrato y la afición valora el esfuerzo de ambas partes.

El nivel de los clubes europeos que se están interesando por el jugador aconseja tener preparado un plan y ésa es la idea del Sevilla. El jugador está muy a gusto en el club y en la ciudad, pero no le puede hacer ascos a crecer como profesional, además, con un Mundial a la vuelta de la esquina. Rakitic, agradecido al Sevilla, estaría de acuerdo con el plan, pero serán su hermano y sus abogados los que den el OK final. Lógicamente, en esta historia tiene más prisa el Sevilla que Rakitic, pero el compromiso es sentarse pronto, en enero o a primeros de febrero, ya que esperar más sería acercarse demasiado al último año de contrato.

En el Sevilla ya hicieron una operación de este estilo con Negredo, que renovó con la promesa de aceptar la oferta de un gran club aproximadamente un año y medio antes de su millonaria venta al Manchester City. La jugada es perfecta y salen ganando todos, aparte de ser la solución ideal tal y como la situación está llegando a ponerse. Rakitic va a recibir ofertas (y no es extraño que su agente ya tenga alguna) que tripliquen lo que percibe en el Sevilla, que podrá vender así por un precio superior a los 20 millones a un jugador que es un referente, sí, pero que puede irse gratis.